Las calles de Linares se visten de Expiración y Descendimiento

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración decidió realizar su estación de penitencia a las cuatro y media de la tarde ante la amenaza de lluvia, recortando su itinerario inicial.

Otro más, esta Cofradía dejó momentos inolvidables por su majestuosidad en las calles de Linares. La ceremonia de está Hermandad en la calle Marqués, donde el Cristo de la Expiración se entrega al Padre en presencia de Nuestra Señora de la Esperanza volvió a ser otro de los momentos destacados de la Semana Santa de Linares.

Los horquilleros cumplían su XXV aniversario, mostrando devoción y amor cofrade a sus titulares. La banda de cabecera volvió a dejar composiciones musicales inmensas coincidiendo con su 40 aniversario y un año más la mantillas de esta Hermandad acompañaron a Nuestra Señora de la Esperanza.

El palio de la Señora dejó entrar en los miles de ojos que lo observaban toda su grandeza. Radiante, espectacular y hermoso podrían ser las palabras con las que definir a este paso de palio.

Las calles y las gentes de Linares fueron testigos de una Cofradía con solera, que año tras año deja momentos para el recuerdo  por méritos propios.

La tarde del Viernes Santo es grande en Linares y esta Cofradía ha ce muchos años que la hizo enorme.

Descendimiento

Desde Santa Bárbara la Hermandad del Descendimiento  recoge uno de los momentos destacados tras la muerte de Jesús de Nazaret, se trata de una obra de Víctor de los Ríos inigualable, única en su estilo, una obra soberbia que nos traslada a la antigua Jerusalén. 

Este año la Cofradía del Descendimiento ha realizado un estación de penitencia llena de sentimiento a sus titulares, de forma extraordinaria, con su excelente banda de cabecera, con sus penitentes de luz, con sus mantillas, con los horquilleros de Nuestra Señora de las Penas y con un sentido de respeto digno de elogio.

Linares ha tenido la dicha de comprobar como el Viernes Santo se transforma a media tarde cuando el Descendimiento aparece por sus calles, son momentos que invitan a presenciar el inconfundible luto de las túnicas de sus penitentes, son momentos para la reflexión cristiana, para vivir con esta Cofradía.

Ha merecido la pena  que la tarde del Viernes Santo se fuera apagando, para hacerse Descendimiento.