Se podrán criticar, ¡faltaría más!, muchas cosas de los ocho años de los gobiernos del PP, pero si se tiene un mínimo de rigor y de respeto a la verdad de los hechos, habrá que reconocer que aquel Gobierno del 96 consiguió sacar a España de la crisis económica en la que le había dejado el último Ejecutivo de Felipe González; que acabó con las prácticas de corrupción que fueron la tumba del PSOE, consiguió que nuestro país fuese respetado y valorado en el contexto internacional, o que en la política antiterrorista llevó a cabo una lucha implacable e impecable, sin atajos ni guerras sucias contra ETA y su entorno. Por ello, volver a rememorar la imagen de aquel Gobierno trece años después, y hacerlo para apoyar a uno de sus miembros, Jaime Mayor Oreja, que ahora se presenta como cabeza de lista del PP en las próximas elecciones europeas, tiene sin duda una gran significación política.
En cuanto a la foto López-Basagoiti, cuando sólo faltan doce días para que el primero sea investido lehendakari, es la plasmación gráfica de un acuerdo histórico en el País Vasco. La foto López-Basagoiti también devuelve la ilusión y la esperanza a muchos españoles y, sobre todo, a muchos vascos que ven en el próximo Ejecutivo de Vitoria una ocasión de oro para acabar con ETA y conquistar ese bien tan preciado del que se han visto privados muchos ciudadanos del País Vasco en los últimos treinta años y que no es otro que la Libertad con mayúsculas.