La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, ha acudido esta semana en calidad de invitada especial al programa Acento Andaluz de Ondaluz TV. El espacio, que presenta y dirige Fernando Pérez Monguió, cuenta con la participación de un grupo de periodistas y contertulios de la capital sevillana que intervienen en el transcurso de las entrevistas con diferentes cuestiones. El programa fue muy revelador, pero no tanto por las respuestas que ofreció la alcaldesa, que eran del dominio de quienes atendemos a diario a sus ruedas de prensa y sus valoraciones sobre los asuntos locales de actualidad, como por las preguntas que le trasladaron los integrantes del espacio, porque a través de las mismas nos pudimos hacer una idea de la imagen o la referencia que se tiene de Jerez desde el exterior.
Y hubo tres cuestiones fundamentales que se fueron reproduciendo puntualmente a lo largo de la entrevista: la tasa de paro de la ciudad, la elevada deuda municipal y las causas judiciales abiertas contra exalcaldes jerezanos; lo que nos lleva a concluir que ésa es la imagen que, abiertamente, se está trasladando desde Jerez al exterior. O, al menos, que ésa es la imagen que los profesionales de los medios de comunicación de otras ciudades importantes -en este caso, Sevilla- tienen del día a día de Jerez. Mamen Sánchez estuvo atenta al quite a la hora de establecer puntos de vista: “Una cosa es el Ayuntamiento de Jerez y otra muy distinta la ciudad de Jerez; y eso hay que saberlo diferenciar”.
Aquí lo hacemos, pero ¿qué ocurre cuando esa necesidad diferenciadora escapa a nuestras manos?. Es más, acaba de ocurrir con el dato de asistencia al Gran Premio de España de Motociclismo. El Ayuntamiento, a través de Cirjesa, ha decidido poner fin a una dinámica que, a la luz de los registros oficiales, invitaba a inflar la cifra de público congregado en el Circuito a lo largo de los últimos años. Como ciudadanos jerezanos no nos queda más que agradecer el gesto de transparencia del Ayuntamiento, pero quien leyera el titular de la noticia del As en Galicia o en Zaragoza -“la peor entrada del Circuito de Jerez”- se habrá llevado una imagen equivocada del espectáculo y el éxito de organización que supone el Gran Premio para Jerez, la provincia y Andalucía.
Toca prestigiarse, y eso no significa mentir. Es cierto, Jerez tiene una tasa de paro insoportable desde hace ocho años, la deuda municipal supera los mil millones de euros, lo que ha provocado que el Ayuntamiento sea una institución intervenida de facto por el Ministerio de Hacienda, y hemos tenido a tres exalcaldes investigados por la Justicia, dos de ellos, definitivamente, en prisión.
En suma, Jerez hizo de su ayuntamiento el gran problema de la ciudad y éstas son sus consecuencias. La cuestión que habría que plantear al respecto es cuándo podrá convertirse, no ya en la solución a esos problemas, sino en copartícipe de la recuperación, porque, de momento, todo apunta a muy largo plazo, y más aún bajo la tutela ministerial, que sigue sin permitir una solución realista y beneficiosa para ambas partes: permitir al Ayuntamiento adaptar el plazo de devolución de la deuda histórica a sus posibilidades reales, y no a costa de imposiciones y recortes, de manera que pueda compaginar el cumplimiento de sus compromisos con el Estado con los correspondientes a la prestación de sus propios servicios a la ciudadanía.
Y pese a todo eso, insisto, toca prestigiarse. Confío en que las respuestas que ofreció la alcaldesa este miércoles en el programa de Acento Andaluz hayan contribuido a hacerlo, a desmitificar estigmas, a trasladar una imagen menos empobrecida de lo que supone Jerez ahora y de cara al futuro, y a combatir esa afición por el reduccionismo de ciertas realidades construidas a golpe de titular en las que se toma por costumbre ver las cosas sólo del revés. Tampoco le vino mal que el alcalde de Sevilla nos haya copiado la fórmula del “sábado a sábado” para su próxima feria de abril: seguro que en el debate sobre ciudades efímeras tenemos todavía muchas más cosas que compartir.