Pago de la Alhaja denuncia el abandono del parque infantil

La asociación de vecinos del Pago de la Alhaja denuncia el abandono al que el área de Medio Ambiente tiene sumido al parque infantil inaugurado a principios del pasado mes de abril.

El presidente de la entidad vecinal, José Luis Cordero, apunta a que hay hierbas, matorrales, suciedad y basura esparcida por todo el parque, sin que se tenga en cuenta o esté prevista su limpieza diaria ni siquiera semanal.

Los resultados por tanto no son los que esperaban los vecinos, ya que confiaban en que el Ayuntamiento cuidara el parque al igual que la asociación de vecinos pide a los vecinos que hagan un buen uso del mismo para que los niños, ya sean o no del barrio, puedan disfrutar del mismo.

Al parecer, y según tienen entendidos los vecinos afectados, ni el mantenimiento del parque ni su limpieza estaba prevista “en ningún presupuesto”, cuestiones que han sido puestas en conocimiento del área de Medio Ambiente, sin que por el momento hayan obtenido una respuesta al respecto.

Así, la junta directiva de la entidad vecinal señala que hubiera sido más lógico, en caso de que sea verdad que el problema radica en el presupuesto para poder incluir este parque en la ronda diaria de limpieza de la urbanización, que “lo hubieran mantenido cerrado”, puesto que actualmente lo único que ocurre es que los vecinos le dan el uso que consideran adecuado pero sin recibir los servicios necesarios.

La asociación de vecinos confía en el civismo de los residentes del Pago de la Alhaja, pero en cambio el viento ni el paso de los días no acompañan a dichas actuaciones y por eso hay que lamentar que el parque tenga suciedad acumulada.

Por lo demás, el parque sigue siendo un espacio muy deseado por todos los vecinos del Pago de la Alhaja, puesto que cuando se inauguró, este barrio llevaba nueve años, desde que se urbanizase la zona, esperando a que algún equipo de Gobierno levantara un parque infantil, estando incluso fijada la parcela para dicho menester.
Pero no ha sido hasta ahora cuando han podido gozar, muchos para sus nietos más que para sus hijos, de un espacio donde disfrutar al aire libre. Pero no en las condiciones que desean.