Los semana pasada presencie un debate muy apasionado, apresurado e irreflexivo sobre lo que significa lo políticamente incorrecto. Para aclarar el significado de esos términos tan manidos y utilizados de una forma incorrecta, abordo desde este artículo la cuestión. Si un policía estadounidense y uno europeo se encontraran con un cadáver en una de las calles de sus ciudades y percibiesen que es de raza negra y quisieran retransmitir por radio su descripción a sus centrales, uno diría que es afroamericano y el otro que subsahariano. Buscan eufemismos, antes que formular que se trata de una persona de raza negra. Sólo un niño, que actuara de forma políticamente incorrecta, sabría describirlo en una palabra universalmente comprensible, negro. Tras el ejemplo se puede deducir que lo políticamente incorrecto abarca varios postulados: visión crítica, no aceptar la realidad con anteojeras culturales o políticas, en suma la aplicación filosófica de hacer la realidad o lo verdadero que se oculta tras los muros de los poderes establecidos.
La corrección política o lo políticamente correcto es un término utilizado para describir lenguaje, ideas, políticas o comportamientos que se consideran que buscan minimizar las ofensas a grupos étnicos, culturales o religiosos. El término se usa también en un sentido más amplio para describir la afiliación con la ortodoxia política o cultural. En forma similar, el término políticamente incorrecto describe a aquello que podría causar ofensa o ser rechazado por la ortodoxia. El término resulta altamente polémico. Suele utilizarse con un significado peyorativo o irónico por quienes expresan preocupación porque el discurso público, la ciencia o los ámbitos académicos puedan estar dominados por puntos de vista excesivamente acríticos con determinado postulado. El sujeto políticamente incorrecto se rebela contra: la doble moral, la apatía y la indolencia ante la injusticia, repetir discursos huecos llenos de lugares comunes sólo para agradar al baranda de turno y conseguir la elevación en la escala social. Practicar el buenismo para quedar bien con todo el mundo y así presentar una realidad carente de contradicciones.
No, tras los discursos oficiales políticamente correctos se esconden realidades, tras las cuestiones trilladas, tras las voces que actúan al unísono, hay otras opiniones, otras formas de ver las cosas. Podemos hacer el nendhertal y extinguirnos como él por no evolucionar. Estaba muy preparado para un medio determinado pero no sabía actuar en otros diferentes. Se trata de comprender un discurso que va más allá de los límites impuestos por el establishment. De todas formas, el políticamente incorrecto tiene suerte porque hoy sólo se le castiga con el ninguneo y la marginación. En la Edad Media llamaban hereje al fiel que negaba alguna de las creencias fundamentales establecidas por el cristianismo. Generalmente se le castigaba con la muerte en la hoguera después de las convenientes torturas para que reconociera todas los pecados que había cometido. El vocablo hereje viene del latín que significa opción que a su vez procedía del griego airesis que significa separación. Realmente es lo que realiza el individuo que no se ajusta al canon establecido y toma opción por otras alternativas y separándose por tanto de la borregada. La verdad que el debate de la semana pasada, ha servido para una reflexión sobre una cuestión filosófica que a veces no se aborda con la debida seriedad.
Por cierto usted ¿dónde se encuadra en lo políticamente correcto o incorrecto?
Hasta pronto gadiritanos.
ubaldox@hotmail.com
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