La otra universidad
Cuandoen una familia un hijo dice que quiere ser actor de cine o de teatro, es frecuente la rotunda disuasión paterna con pretextos de esta guisa: "no, hijo, mejor que no, que los actores llevan mala vida y no se centran, mejor que estudies para arquitecto".
A veces ocurre que el hijo habiendo destacado en el deporte manifiesta a sus padres la intención de ser futbolista, siquiera del Cádiz C. F. Pero a este hijo le responderán fácilmente "mira, mejor que estudies Medicina, que en el fútbol triunfa uno de cada mil y las zancadillas duelen mucho, más las que te ponen tus propios compañeros para que no triunfes". Pero a veces te puedes encontrar a un joven con la firme intención de ser cantante. A este sus padres le suelen aconsejar que mejor haga Derecho, que el mundo de la canción y el espectáculo es muy torcido. O si el niño, el muchacho tiene vocación de carnavalero, será disuadido no ya por sus padres, sino por su misma tita, que le dirá "te reirás del mundo si estudias pa´ ingeniero". "Pero tita, yo no quiero reírme del mundo, quiero que todo el mundo se ría de mi cuplé".
Cualquiera de estos padres o de las titas convendrá en la importancia que tiene en la sociedad de hoy el cine, el fútbol o la música. El mismo Carnaval. Tienen un poder de influencia único, pero para que lo desarrollen otros, no sus propios hijos. "Mi hijo será universitario".
Claro que todo el mundo no puede estudiar en la Universidad porque entonces la Universidad se masifica a pesar de los números clausus y de la Selectividad y con tanto universitario ¿quien pondrá los tornillos?, ¿quién hará el armario empotrado?, ¿quién tenderá los cables eléctricos?. El ingeniero seguro que no.
En un hospital es necesario que haya médicos sobre todo médicos humanos además de listos, pero ¿quién lavará al enfermo? Te puedo asegurar que al médico se le pueden caer los anillos universitarios y sería un problema.
Frente al millón y medio de universitarios (cifras referidas al curso 07-08) hay sólo medio millón de estudiantes de FP. Todos queremos ser universitarios aunque seamos notables pueblerinos, aunque sintamos otra vocación.
Dónde quedan las artes en todo el sistema educativo español. Agárrate. Se les llama "Enseñanza de Régimen Especial" como si fueran los raritos del barrio. Los que estudian para las artes plásticas, música, danza, arte dramático o deporte son los especiales, como dicen de los de Algeciras. Cuentan algo más de 300 mil.
En resumen podemos concluir que hay un sector social que no ve bien que sus hijos se dediquen a las artes o al deporte, piensan que es mejor la Universidad. Y puede ser, pero hay que contar más con las cualidades y deseos de los jóvenes.
No le sirve de nada la Universidad al que tiene una clara y profunda vocación para la música. ¿O es que es menos importante un cantante que un médico o un ingeniero? ¡Ah!, se trata de dinero, de seguridad. Vale.
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