El Ayuntamiento de Arcos se reafirma en su proyecto de convertir un rincón del lago en una playa artificial, y ya no por empecinamiento personal del delegado de Urbanismo y secretario General de Ai-Pro -partido cogobernante-, Manuel Erdozain, sino por convencimiento del equipo de Gobierno, que intenta encontrar nuevos yacimientos de empleo a través de los recursos que pueda aportar el municipio, en este caso turísticos y ociosos.
El delegado quiere acallar voces críticas contra el proyecto porque -asegura- no ocasionará impacto acústico y ambiental, entre otros motivos porque no afecta al paraje declarado como protegido anexo a los terrenos donde se acondicionará la playa, concretamente en la trasera del famoso hotel restaurante Mesón de la Molinera. Es más, la Delegación territorial de Medio Ambiente de la Junta daba luz verde recientemente a los primeros trabajos de limpieza de la parcela pública afectada, donde se ha hecho una importante poda de palmeras y sobre todo de la abundante maleza y juncos que se habían apropiado del lugar, no sin cumplir un claro papel medioambiental al albergar nidos de varias especies de aves acuáticas.
Por lo pronto, y aunque el proyecto aún no está cerrado, se basa fundamentalmente en el aprovechamiento de una zona declarada como equipamiento público, donde se creará una playa artificial mediante el acondicionamiento de las riberas afectadas y la compactación de arena que podría ser aportada por una conocida empresa local.
Respecto a la inquietud que ya ha mostrado un grupo de vecinos que asegura desconocer los términos en que se desarrollaría el proyecto, Erdozain ha querido apelar a la tranquilidad porque se trata de una playa que sólo estará operativa en horario diurno, dispondrá de un único chiringuito que tampoco podrá emitir música, y por supuesto no se permitirá la celebración de botellona porque para ello ya hay un lugar y un horario establecidos.
El delegado manifiesta a este respecto que los vecinos tampoco tienen que temer a la posible pérdida de plazas de aparcamiento porque quedará prohibido el estacionamiento en las calles paralelas a la playa, para así no perjudicar a las propiedades privadas contiguas.
En cuanto a los plazos, si bien ya han comenzado los trabajos de limpieza, la intención es que la playa esté operativa el próximo verano.
Erdozain matiza que el equipo de Gobierno tiene un proyecto común y global para la barriada El Santiscal y en torno al uso del lago, ya que durante 2014 se intervendrá en las instalaciones del centro municipal de deportes náuticos, se terminará el acondicionamiento del camping Lago de Arcos, se terminará el campo de fútbol y se pondrá en marcha el proyecto de cable esquí -ya aprobado por la Junta-, con lo cual la barriada ganaría un cierto carácter turístico y una mayor capacidad de generar empleo a través de nuevas industrias, según el equipo de Gobierno.
Respecto a la inversión prevista, según el también primer teniente de Alcalde el Gobierno, se destinará en torno a 200.000 euros, aunque admite que se ha “exagerado” un tanto el presupuesto ante posibles modificaciones o añadidos que se puedan incorporar a la actuación.
Como dato destacado, el proyecto también pretende el aprovechamiento de las riberas contiguas para crear un magnífico mirador hacia la silueta de la peña vieja de Arcos, donde las esbeltas torres de las parroquias de San Pedro y Santa María se antojan como guardianas del espectacular paisaje.
Como portavoz del equipo de Gobierno, Erdozain manifiesta que no es intención “fastidiar a nadie” con este proyecto, sino crear alternativas que ayuden al desarrollo de la ciudad, pero pide a los vecinos disconformes “solidaridad” con las necesidades del municipio.
Mientras tanto, varado entre juncos a orillas del lago, el legendario barco Mississippi es testigo permanente de los primeros pasos para dar a Arcos una playa artificial que ya cuenta con amigos y detractores.
