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Arcos

El monumento al tejero de Arcos toma forma como homenaje al sector

El gremio fue clave hasta hace unos años en la economía de la ciudad con un centenar de empresas

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Las autoridades municipales visitan las obras de construcción del monumento al tejero .

Obras del monumento al tejero de Arcos, en la rotonda de Las Palmeritas.

Arcos llegó a tener hasta mediados de la primera década del siglo XXI hasta 5.000 vecinos y un centenar de empresas viviendo directamente del sector de la teja, una especialidad de la construcción que dio fama y prestigio al municipio por la calidad de su trabajo. Los tejeros de Arcos fueron conocidos en toda Andalucía y media España. A  diario, en torno a las cinco de la madrugada, decenas de cuadrillas de trabajadores se desplazaban para trabajar en multitud de lugares, sobre todo en la costa malagueña. Después llegó la crisis, la mayoría de las empresas desapareció dejando en el paro a cientos de obreros que tuvieron que reciclarse en otras especialidades de la construcción e incluso en otros oficios. Cabe recordar que numerosos tejeros llegaron incluso a perder la vida no sólo por el peligro del tajo, pues trabajaban a gran altura y en ocasiones con dudosas medidas de seguridad, sino además por los largos desplazamientos en carretera y por los horarios a los que estaban sometidos.

Todo ello justifica el monumento al tejero que estos días se erige en la conocida hasta ahora como Rotonda de las Palmeritas (carretera Arcos-El Bosque), pues el lugar aspira a llamarse la Rotonda del Tejero, fruto de un acuerdo plenario y de una iniciativa del equipo de Gobierno tomado el pasado mandato.  Las obras ya van tomando forma, para presentar una rotonda que mostrará la imagen de dos obreros sobre un tejado, soportado por dos grandes columnas como figura en el proyecto.

Los trabajos habrán tocado fin en tan solo unas semanas para su inauguración.

De ello han dado cuenta esta semana el delegado de Infraestructuras, Diego Carera, y el propio alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, quienes esperan que el monumento sea del agrado de los arcenses y un claro gesto de reconocimiento a una figura laboral clave en la historia más reciente de la ciudad.

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