El Cádiz empató ante el Real Madrid el domingo y las ilusiones del cadismo se perdieron entre la rabia y las dudas, pero aún queda una bala que, aunque no dependa solo del equipo gaditano y tenga condicionantes, en el fútbol todo puede pasar.
Los amarillos ya preparan el partido ante el Alavés del próximo domingo a las 20.00 horas (se anunció el cambio de horario para el duelo). Y es que la cita es muy importante y Sergio González quiso que su equipo acudiera ayer a la ciudad deportiva para empezar a preparar el partido. El martes es día de descanso para los cadistas y el miércoles regresan a los entrenamientos hasta el mismo domingo.
La permanencia se ha complicado muchísimo. El Cádiz ya no depende de sí mismo, pero los milagros existen y con el paso de los días cada vez más cadistas irán creyendo. Por supuesto los amarillos no pueden fallar en Vitoria. El Alavés está ya descendido, pero no debe confiarse el equipo porque no querrán deespedirse de su afición con una derrota.
Además de la victoria, los cadistas necesitan que Mallorca o Granada pierdan sus respectivos partidos o, a lo sumo, consigan un empate. Es difícil, muy difícil, pero la esperanza es lo último que se pierde y el Cádiz mucho de salvaciones agónicas. Ojalá la historia se repita.