En materia vecinal, el flamante alcalde de Cádiz, Bruno García, tiene faena. Los residentes de Marianista Cubillo llevan meses en una guerra abierta contra el Ayuntamiento por la peatonalización de la calle con la excusa de mantener la seguridad en el instituto que ha acabado en los juzgados. Durante el debate electoral de Onda Cádiz, el presidente de la AVV Segunda Aguada, Antonio Peinado, pidió revisar la permanencia de las gasolineras en áreas residenciales y el hoy primer edil se comprometió a que, “si está en nuestra mano, vamos a hacer que no pase”. Y las más de 70 familias que esperan sus nuevos pisos en el Cerro del Moro confían en que, una vez cumplidos todos los trámites administrativos por parte del anterior equipo de Gobierno, el nuevo apriete a la Junta de Andalucía para que licite el proyecto.
Hay más. Aunque quizá sea mejor no enumerarlos todos, siguiendo el consejo de Pilar García Gutierrez, presidenta de Vecinos de Cádiz-Federación 5 de Abril. “Se va a ver desbordado”, reconoce, aunque aclara que, en ningún caso, el colectivo espera que “lo arregle todo”.
Luego, se desdice y se arranca con las necesidades de la ciudad. Comienza con la limpieza. El alcalde debe “cumplir con el pliego y cambiar los contenedores y poner en marcha un punto limpio itinerante”, dice. Le anima a arrancar “los matorrales que crecen en la misma acera” en muchos puntos de la ciudad. Y mejorar la señalización. También pide que se apunte, que se apunte sobre todo, “el tema del mantenimiento urbano”. Porque “todo lo que se ve está hecho un asco y lo que no se ve, peor”, resume.
González, que formó parte de la candidatura a la Alcaldía de Ismael Beiro por la coalición andalucista Cádiz Sí, ofrece el apoyo de la federación para trabajar “codo con codo” para llevar a cabo “un cambio radical”. Lo hará, concluye, con la confianza en que Bruno García “cumpla con todo lo que ha prometido”. Eso será suficiente.
