El Servicio Médico Legal (SML) de Chile difundió ayer el resultado de un informe científico, encargado por la Justicia, que concluye que el presidente se quitó la vida durante el bombardeo de La Moneda, tal y como sostenía la versión más conocida, defendida también por su familia.
“La conclusión es la que la familia Allende tenía. Es decir, el presidente Allende, el día 11 de septiembre de 1973, ante las circunstancias extremas que vivió, tomó la decisión de quitarse la vida antes de ser humillado o vivir cualquier otra situación”, dijo su hija, Isabel Allende.
La senadora socialista, acompañada de su hermana Carmen Paz, de su sobrina, Maya Fernández, y de la abogada Pamela Pereira, hizo estas declaraciones tras recibir el resultado de los exámenes realizados al cadáver de su padre, exhumado el pasado 23 de mayo.
Isabel Allende agradeció el trabajo de los expertos y dijo que la conclusión ratifica “la dignidad del gesto del presidente” y tranquiliza a la familia, que siempre creyó en la versión de los médicos que vieron que Allende estaba solo en su despacho en el momento de su muerto.
Frente a esta versión, habían aparecido otras hipótesis que sugerían que el gobernante de la Unidad Popular (1970-1973) pudo ser asesinado por los golpistas o que falló al suicidarse y tuvo que ser rematado por uno de sus propios colaboradores.
El documento también fue entregado al juez de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza, encargado de la investigación judicial, quien ahora deberá estudiarlo y cotejarlo con otras diligencias que ordenó de forma paralela.
Este informe, de más de cien páginas, fue elaborado por el SML y cinco expertos extranjeros, con la colaboración de la Policía de Investigaciones, y su conclusión fue “unánime”, aseguró el director del organismo, Patricio Bustos.
Los especialistas descartaron la participación de terceros e indicaron que solo se halló un orificio de entrada.
“Estamos en condiciones de poder asegurar que se trata de una muerte violenta de explicación médico legal suicida, y para ello no tenemos absolutamente ninguna duda”, aseguró el experto español Francisco Etxevarría.
Según este tanatólogo, “la lesión que existe en el encéfalo se produjo como consecuencia de un disparo con arma de fuego, con un fusil que estaba prácticamente apoyado en la mandíbula, en la parte inferior, en el mentón”.
En tanto, el perito balístico británico David Pryor corroboró que el arma empleada fue el fusil AK-47, regalo del líder cubano Fidel Castro, cuyo rastro se perdió tras el golpe.
Para elaborar este informe, los expertos verificaron primero, a través de exámenes genéticos y de odontología forense, que los restos exhumados del Cementerio General de Santiago correspondían efectivamente al malogrado gobernante.