Cádiz Resiste y Convive Cádiz abordan el fenómeno de las viviendas turísticas con posiciones irreconciliables, pero, tras el Pleno extraordinario celebrado este martes en el que la Corporación aprobó por unanimidad la prohibición de concesión de nuevas licencias para este tipo de alojamientos en la ciudad, coinciden en que es preciso incrementar la lucha contra la actividad ilegal.
Antonio Gallardo, portavoz de la plataforma vecinal contra la turistificación, apunta que el colectivo ha identificado casi medio millar de inmuebles que operan sin la debida licencia, las condiciones que ofrecen no se ajustan a la normativa o, sin ser todavía vivienda turística, los propietaros han informado a sus inquilinos que expiran sus contratos para dedicarlos al negocio vacacional. Convive Cádiz, por su parte, aseguró que con una búsqueda rápida en plataformas como Airbnb resulta sencillo localizar una veintena de pisos ilegales. Los dos colectivos reclaman más inspecciones y agilidad para sancionar.
A partir de ahí, discrepan. Gallardo es partidario de revertir la situación con la retirada de licencias. Francisco Daniel Doña, representante de Convive Cádiz, recuerda que la irrupción de las viviendas turísticas es relativamente reciente, y la localidad perdía habitantes antes de esto, 47.000 vecinos en 45 años. Además, apunta que la retirada de licencias no garantiza el uso residencial porque solo el 8% de los pisos turísticos procede del alquiler de larga temporada, y señala la construcción y sacar al mercado casas vacías como solución.