El empresario Manuel Muñoz Medina, denunciado por simular besar en la boca a la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, ha pedido hoy el archivo de la causa abierta en el juzgado de instrucción 11 de Sevilla al considerar que la diputada exageró los hechos "faltando incluso a la verdad".
En un escrito elevado hoy al juzgado, en el que el empresario declaró el pasado viernes y aseguró que le gastó "una broma" a Rodríguez "porque es de Cádiz", su abogado, José Manuel García-Quílez, sostiene que la grabación de lo sucedido el 20 de diciembre deL 2016 en la recepción navideña de la Cámara de Comercio de Sevilla revela que la diputada de Podemos "denunció lo que denunció recargando, exagerando y dramatizando lo sucedido, faltando incluso a la verdad cuando relata haber sido empujada, arrinconada y amordazada" y la Fiscalía "extremó, acentuó y enfatizó su denuncia".
Rodríguez denunció a Muñoz Medina por un delito contra la libertad sexual o atentado a la autoridad y el Ministerio Público considera que la conducta del empresario puede ser constitutiva de un delito contra la integridad moral".
La defensa sostiene que en ningún momento hubo contacto físico y aunque en la grabación "puede perfectamente apreciarse que no hay ni empujón, ni arrinconamiento, ni retroceso alguno por parte de la denunciante, que ni siquiera se inmuta".
"No se muestra aturdida, ni impactada ni ofendida, como relata en la denuncia; más bien, todo lo contrario" y "no huye despavorida, humillada, ultrajada ni tampoco se la ve nerviosa, ofendida o asustada, como sin embargo relata en la denuncia", defiende el letrado para quien los hechos carecen de "relevancia penal".
Recuerda que su cliente pidió públicamente disculpas y calificó lo sucedido como "una broma de mal gusto, pero nada más que una broma, gastada por quien llevaba alguna copa encima ". Disculpas que reiteró "nada más declarar en sede judicial el pasado día 22".
Ese día, Muñoz Medina alegó que "le gasté la broma porque es de Cádiz y allí hacen chirigotas que se ríen hasta del rey, si llega a ser de Checoslovaquia no lo hago", declaraciones ante las que Rodríguez lamentó que "ya me está ofendiendo por dos cosas, por ser mujer y por ser de Cádiz".
La defensa sostiene que "una broma, aunque sea de mal gusto" no constituye "un ilícito penal" pues "el 'animus iocandi' excluye la malicia".
Rechaza que exista delito contra la libertad sexual porque "no puede considerarse que la simulación de un beso sea una inmisión en la libertad sexual" ni atentado a la autoridad porque no hubo "fuerza, ni intimidación grave, ni existe resistencia activa alguna".
La defensa rechaza también la calificación de los hechos por la Fiscalía como un posible delito contra la integridad moral ya que "resulta totalmente inconcebible que el hecho de simular besar a una persona, no llegando ni tan siquiera a tocarla con la mano interpuesta, suponga un acto de contenido vejatorio" pues "el ánimo de mi mandante nunca fue degradar o humillar a la denunciante".
Por todo ello pide el archivo de la causa en la que está pendiente que la Audiencia Provincial decida si Teresa Rodríguez debe declarar en sede judicial como ha pedido la defensa.