Ignacio Romaní, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cádiz, ha sido objeto en esta madrugada del último caso de escrache. Tanto él como sus propios familiares han sido objeto de pintadas de denuncia en lo que se puede considerar como una medida de presión por parte de personas anónimas que no tiene la suficiente valentía como para firmar su acción. Un acto lamentable que puede considerarse vandalismo a la hora de querer enjuiciar en la calle la labor del que fuera presidente de Aguas de Cádiz. Un trabajo del que debería encomendarse a los propios juzgados, que son quienes tienen la competencia de dictaminar si alguien es culpable o inocente. En este sentido, el Grupo Municipal del Partido Popular enviaba una nota para lamentar “el ataque fascista sufrido por su portavoz, en cuyo domicilio han aparecido varias pintadas con insultos y acusaciones”. Los populares lamentan también que, al “más puro estilo mafioso, hayan señalado no solo el domicilio particular de su portavoz, sino el de sus padres, en lo que es una maniobra totalmente orquestada por un grupo concreto”.
A juicio de los populares, estas son las consecuencias de una campaña iniciada por “grupos radicales ya conocidos en esta ciudad, que vienen filtrando de manera sesgada la información sobre el Observatorio de Responsabilidad Social y Aguas de Cádiz, para ahora cerrar el círculo con el juicio público, la condena y la ejecución, todo en uno”. El GMPP señaló que “es una dinámica desgraciadamente habitual desde hace tres años en esta ciudad: unos apuntan y otros disparan”.
Una ciudad amenazada por el nazismo
Los populares gaditanos alertaron del “grave deterioro” de la convivencia que sufre la ciudad: “el delito de Romaní es que es el portavoz del Grupo Popular –el más apoyado por los gaditanos, aunque esos radicales no puedan siquiera soportarlo- en una ciudad en la que los métodos nazis están a la orden del día: el día de la toma de posesión nos echaron bajo escupitajos, insultos e intentos de agresión, cuando están en desacuerdo con nuestra postura con el Bono nos mandan a su gente a coaccionarnos en la sede, cuando ven que no son capaces de sacar un punto en el pleno convocan a sus círculos para que nos miren a la cara…”.
El GMPP informó de que ha “interpuesto la correspondiente denuncia” en Comisaría a fin de que “los nazis y fascistas que están intentando sembrar el miedo y el odio en Cádiz paguen por este grave delito que no es más que un ataque a la libertad y a la democracia”.
Por su parte, el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, ha expresado, en nombre de los populares gaditanos, su condena y profundo rechazo a las pintadas sufridas por el portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital gaditana, Ignacio Romaní, tanto en su vivienda como en la de sus familiares, calificándolas de "inaceptables e intolerables", y afirmando que "este tipo de actuaciones no tienen cabida en la sociedad actual y no hacen más que obstaculizar la convivencia de los gaditano".
En un comunicado, Sanz ha mostrado la solidaridad y el apoyo unánime de todo el PP de Cádiz hacia Romaní, del que ha dicho, "está sufriendo una campaña de acoso que ya ha traspasado los límites democráticos".
Para el dirigente popular, "nadie que se considere demócrata puede aplaudir estas conductas", que ha considerado como un "ataque a la democracia". De esta manera, ha señalado que "el respeto, el diálogo y la convivencia pacífica deben ser los pilares de la democracia".
"Lamentamos estos actos intolerables e incívicos, que buscan la intimidación pero hacen más fuertes a aquellos que creemos en la libertad de expresión y los cauces para llevarlos a cabo", ha concluido Sanz.
Reacciones
El alcalde de Cádiz, José María González, manifestaba que "esta mañana hablé tanto con Ignacio Romaní como con Teófila Martínez. Mandamos borrar las pintadas inmediatamente. En su casa y en la de su padre". En relación con el acto, declaraba que "tanto personalmente como en mi posición de alcalde estoy contra cualquier acto de estas características en mi ciudad".
Por otra parte, desde el grupo municipal de Ciudadanos se mostraba "su repulsa ante estos hechos".
Por otro lado, el secretario de Organización del PSOE, José Ramón Ortega, señaló que, pese a lo "alejados que nos encontramos del PP y de Ignacio Romaní, sí debemos condenar en esta ocasión las pintadas ofensivas porque en democracia no caben este tipo de actitudes como no cabían tampoco las amenazas que recibieron en su día los concejales socialista en el Pleno. Usaremos los mecanismos democráticos, con la comisión de investigación de Aguas de Cádiz, donde seremos los más incisivos en la búsqueda de la verdad y exigiremos responsabilidades en el caso de que se demuestre".