Son gaditanos y han conseguido dos récords Guinness. El modo de conseguirlo: cortando jamón ibérico. En la primera ocasión que lo consiguieron, junto con sus compañeros llegaron a poner sobre la mesa 392 kilos de este exquisito manjar, al que nadie hace ascos. Este mes conseguían refrendar su récord en Torrijos, con motivo del V Centenario de la Colegiata de Torrijos, en Toledo. Con un fin solidario, se vendieron raciones a precio simbólico. Una recaudación que iría destinada a la esclerosis múltiple.
La acción estuvo patrocinada por Embutidos España, quien puso a disposición de los cortadores de jamón 210 patas de ibérico con las que consiguieron poner aún más alta la meta del record. Un plato de jamón de 640 kilos.
Pero la historia de Ramón Barro y Maritina Ocaña va más allá. Ya están pensando en un nuevo récord: el bocadillo de jamón más grande del mundo. Esta odisea se celebrará en Lebrija el próximo sábado, a consecuencia de una carrera solidaria por el cáncer de mama. Será la quinta Marcha Rosa, donde en otras ediciones han participado entre 2.000 y 3.000 corredores. En el tiempo que dure la carrera entre Montes de Jabugo, Las Cabezas y Lebrija, cortarán el jamón con el que rellenarán el que podría ser el bocadillo más grande del mundo. “Va a ser un espectáculo y todo con el fin solidario de la mano de la Asociación Contra el Cáncer”, explicó Ramón Barro, que lleva ya unos cuantos años dedicándose a estos menesteres.
El evento está organizado por Montes de Jabugo y AECC, en colaboración con los Ayuntamientos de Lebrija, El Cuervo y las Cabezas de San Juan y el Colectivo Solidario Nacional de Cortadores de Jamón. El dinero recaudado, dos euros por cada ticket de bocadillo, irá destinado para la investigación del cáncer de mama.
“El jamón lo cortaba desde chiquillo y me gustaba tanto que mi mujer me dijo que me apuntara a un curso de cortador de jamón para la Asociación de Niños sin Juguetes, donde ya llevo dos años como monitor del curso”, relataba orgulloso Ramón, a quien acompaña su esposa desde hace dos años. Forman parte de la Asociación Global de Amigos y Amigas del Cuchillo Jamonero (Agacuj). Una organización que empezó con carácter gaditano y que ya cuenta con más de 300 asociados de fuera de las fronteras españolas.
Desde esta asociación realizan una firme apuesta por el cien por cien ibérico, que es “nuestra raza autóctona” y que no tiene nada que ver “con aquellas mezclas que se hicieron en los años 60 con un cerdo colorado que venía de Estados Unidos”.
Viven en Chiclana, pero son de “Cádi Cádi”. No les importa hacer kilómetros, y aprovechar los fines de semana para hacer una buena labor social. Todo poniendo en valor ese arte de cortar jamón.
Estos dos gaditanos aprovechan su maestría para colaborar en distintas causas sociales que hay en todo el panorama nacional, aunque aún siguen colaborando y emocionándose con las actividades que hacen en municipios como San Fernando, Bornos, Arcos o Chiclana, de la mano de las asociaciones de Reyes Magos.
Este matrimonio, junto con muchos compañeros con los que comparten afición seguirá ayudando a los más desfavorecidos, a aquellos que necesitan del apoyo económico y social para que la enfermedad y su investigación no quede en el olvido. Desde Cádiz, y con el apoyo de otros muchos cortadores a nivel nacional, este fin de semana pretenden montar lo que será el bocadillo de jamón más grande de la historia. Y todo con el fin de luchar contra el cáncer de mama y apoyar la investigación.
