El estudio analizó las guirnaldas luminosas comercializadas en Holanda, Alemania, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría, aunque “es muy probable” que los artículos considerados peligrosos se distribuyan también en otros estados miembros, según dijo la comisaria europea de Consumo.
En el 30% de las luces navideñas examinadas se descubrieron “graves problemas de incumplimiento” de la normativa, lo que incrementaba el riesgo de descarga eléctrica y el peligro de incendio.