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Desde el campanario

A robar a la cárcel

No vale animar a los foráneos a visitar nuestra playa. A no ser que esa incitación aconseje no hacerlo los fines de semana porque no hay donde aparcar

Publicado: 13/07/2025 ·
14:43
· Actualizado: 13/07/2025 · 14:43
Autor

Francisco Fernández Frías

Miembro fundador de la AA.CC. Componente de la Tertulia Cultural La clave. Autor del libro La primavera ansiada y de numerosos relatos y artículos difundidos en distintos medios

Desde el campanario

Artículos de opinión con intención de no molestar. Perdón si no lo consigo

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No hace mucho escribí en este mismo medio una rogatoria solicitando el interés municipal para que el Archivo Fotográfico de los Quijano se quede aquí en nuestra ciudad sin tener que emigrar a otras tierras, por muy cercanas que sean. Por cierto, de momento no tengo noticias de que ese tesoro histórico esté ya a salvo de exilios indeseados. Seguiremos expectantes. Hoy estas letras dejan de tener aquellos tintes rogatorios para pasar a exponer públicamente algo que a la gente le molesta mucho cuando se saca del contexto literario o cinematográfico. Hablo de la ficción. O sea, que cuando el día está nublado, y eso lo apreciamos todos solo mirando al cielo, es que está gris y no azul celeste. Las declaraciones de la alcaldesa en rueda de prensa sobre la campaña SUN Fernando y más concretamente los requiebros dedicados a la playa de Camposoto, francamente son de una fantasía pueril. Esto por no calificarlas de mentirosas dando por hecho de que todo lo que se dice es simplemente fruto del irreflexivo cariño profesado a La Isla. Ya sabemos que el amor es ciego. También es posible que la fea costumbre que tenéis la mayoría de los políticos locales de iros a otros predios a veranear dejando nuestra playa huérfana de representación municipal, sea lo que os impide apreciar la cantidad de contradicciones y trolas vertidas en la mencionada comparecencia. Esas declaraciones de amor hablan de, potenciar turísticamente la playa de Camposoto con una imagen potente y cercana… Sic

Una vez más proclamo que no vengan forasteros a esta playa. NO CABEN. No se puede publicitar lo que no se puede garantizar. No vale animar a los foráneos a visitar nuestra playa. A no ser que esa incitación aconseje no hacerlo los fines de semana porque no hay donde aparcar. Y si lo haces te expones a quedar encerrado como ocurre en la primera bolsa de estacionamiento donde no hay vigilancia, ni se indican la entrada y la salida del mismo. Con lo cual, los últimos vehículos en llegar, taponan a la altura de la primera curva la escapatoria, originando verdaderos embotellamientos. 

Otra afirmación de raquítica credibilidad es la apología ofrendada a nuestra playa. No está bien decir lo que no es real ni está confirmado. Mal que nos pese, Camposoto no es una de las mejores playas de España. Eso es un mito inconsistente. De nuestra provincia solo aparecen La Victoria y Bolonia en el ranking nacional de la 100 mejores. No es correcto presumir de lo que no se tiene. La denostada argucia política no cabe en estos asuntos. Menos aún en estos momentos de bulos, falsedades, infundios y patrañas que vemos escupir día tras día a la jerarquía opositora del país.

Por otro lado, jactarse de la arena vertida este año es una incoherencia reprochable porque ya debió hacerse en temporadas anteriores. Llega tarde. Además, los trabajos realizados están sujetos a un dictamen más concluyente que solo el tiempo confirmará. Los temporales del próximo invierno sentenciarán. Cierto que, de momento se ha mejorado algo, pero las piedras cunden como el rastrojo. Hay que pasear en zigzag y escoger el sitio apropiado para bañarte porque la orilla es una especie de acantilado en miniatura donde los pedruscos adquieren dimensiones considerables. Además, para salvar las dos primeras olas tienes que hacer funambulismo en el escalón que te espera silencioso y oculto bajo el agua.

Camposoto no tiene servicio de alquiler de hamacas ni de sombrillas. Cualquier playa que se precie tiene los chiringuitos adosados. Nosotros tenemos que hacer media maratón para ir de uno a otro. Los entablados de acceso están incompletos en algunas entradas y los demás deteriorados. Los grifos de los lavapiés funcionan al cincuenta por ciento. Las duchas y los depósitos de basura de la arena han desaparecido. A enjuagarte en otra parte y a acarrear la basura hasta el contenedor de la carretera. Es tercermundista ver a los vendedores ambulantes pregonando pasteles sobre un carrillo de mano o una simple mesa playera. La unidad de socorro y salvamento es insuficiente. En Camposoto hay material explosivo enterrado y pruebas de tiro colindantes. Para rizar el rizo, hasta el carril bici está fuera de ordenamiento vial porque no existen señales verticales, dibujos de bicicletas ni color verde que lo cualifique.      

Todo ese dinero empleado en la Campaña SUN Fernando para promocionar la playa, es dinero tirado. Aquí no hay infraestructura turística. Empezando por la falta de hoteles y terminando por el confort que ofrece una playa urbana. El que quiera remojarse en nuestra tierra tiene que desplazarse unos cuantos kilómetros.

No nos toméis por tontos. Camposoto es lo que es, gracias al pueblo de San Fernando. A tantos y tantos ciudadanos que elegimos nuestro suelo para asueto veraniego marcándole el camino correcto a la élite consistorial cuyo ficticio chauvinismo no tiene cuelo entre la superlativa sabiduría popular. Un respeto por favor. A robar a la cárcel. 

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