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El Puerto

Homenaje a banderilleros y picadores en el 145 aniversario de la Plaza Real

El acto fue un viaje por la memoria de El Puerto a través de las trayectorias de banderilleros y picadores

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Homenaje a banderilleros y picadores.

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El ruedo de la Plaza Real vivió este viernes una de las jornadas más emotivas y especiales de su longeva historia. Con motivo del 145º aniversario del emblemático coso taurino, el Ayuntamiento de El Puerto, a través de la Concejalía de Plaza de Toros que dirige Carmelo Navarro, organizó una velada inolvidable en homenaje a los banderilleros y picadores de El Puerto, figuras fundamentales —aunque muchas veces silenciosas— de la tauromaquia local y nacional.

El evento superó todas las expectativas, congregando a cientos de aficionados, toreros, autoridades y miembros del mundo del toro en una noche de reconocimiento, memoria y orgullo portuense. Una gala marcada por la emoción, en la que se agradeció públicamente la entrega y la trayectoria de más de una veintena de hombres “de plata, azabache y oro”, cuyo trabajo ha sostenido el alma del toreo desde la discreción de las cuadrillas.

La velada fue presidida por el concejal de la Plaza de Toros, Carmelo Navarro, acompañado por el primer y segundo teniente de alcalde, Javier Bello y Jesús Garay, quienes hicieron entrega de los diplomas a los homenajeados, reconociendo públicamente su aportación a la historia taurina de la ciudad.

Estuvieron presentes también el maestro José Luis Galloso, director de la Escuela Cultural Taurina La Gallosina; los toreros Enrique Molina, Joselito de Los Reyes, Alejandro Morilla y Daniel Crespo, así como los novilleros Gonzalo Capdevila y Víctor Barroso y el becerrista Celso Ortega, todos ellos de El Puerto. También asistió el torero Ludovic Lelong, más conocido como “Luisito”, el presidente de la Asociación Cultural De Sal y Oro, junto al de  la Fundación Cultural Taurina, el veterinario Antonio Ruiz López, el presidente de la Plaza de Toros, Rafael Carrero, el jefe en funciones de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de El Puerto, Álvaro de Ory, y la inspectora jefa de la Brigada de Extranjería y Documentación de Policía Nacional, Raquel Díaz Gil, entre muchas otras autoridades civiles y militares, y profesionales del ámbito taurino.

El acto fue un viaje por la memoria de El Puerto a través de las trayectorias de los banderilleros José Álvarez Juan “Pepe Álvarez”, Antonio González Sabio, Miguel Ariza del Pino “Miguete”, Francisco Macías Martínez “Curro Macías”, Juan José Beltrán Jódar, José Luis Gutiérrez Feria “José Feria”, Gregorio Francisco Cruz Vélez, José Antonio Femenía Heredia, Manuel Ariza Salguero, José Antonio López Becerra, Juan Manuel Martín Vidal, Francisco Javier González Suano, Juan Antonio Ocaña Mateos, Jesús Gallardo González,  José Antonio López Requejo, Antonio Garrán Garrucho, Antonio Jesús Andrades Negreira, Antonio González Padilla,  David Merino Cárave, José Marcos Cruz y José Manuel Berciano y José Luis Garrocho Cueva.

Igualmente, fueron reconocidos los picadores Francisco Atalaya Braza “El Negro”, Antonio Arias Domínguez “El Figura” y Santiago Guillermo Rosales Herrera, quien tomó la palabra en nombre de todos los homenajeados con un discurso sincero, cargado de gratitud y torería.
Carmelo Navarro subrayó la importancia de convertir esta efeméride en un acto de reconocimiento, dejando constancia de que El Puerto no olvida a quienes, desde la sombra, elevan la luz del toreo. El acto fue clausurado por el primer teniente de alcalde, Javier Bello, quien defendió la fiesta nacional en una ciudad que ha sido, es y será taurina, y en la que el equipo de Gobierno de Germán Beardo trabaja para que crezca cada día en defensa de la cultura, las raíces y las tradiciones.

El momento más simbólico llegó al final, cuando todos los presentes —profesionales, autoridades y aficionados— se unieron en una fotografía de familia sin precedentes. Una imagen que recoge el testimonio de una tierra agradecida con sus hombres de confianza, que han llevado el nombre de El Puerto por las plazas más importantes del mundo.
Con este homenaje, El Puerto no solo celebró la longevidad y belleza de su Plaza Real, "sino que reafirmó su compromiso con el alma más pura del toreo: aquella que se forja desde abajo, con humildad, esfuerzo y pasión".
 

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