El primer debate del estado de la nación en siete años es para el PP un reto mayúsculo porque no será su líder, Alberto Núñez Feijóo, quien intervenga frente a Pedro Sánchez, aunque sí seguirá la intervención de su portavoz, Cuca Gamarra, desde el primer escaño de la bancada popular en el Congreso de los Diputados.
El PP confirmó a través de los servicios jurídicos de la Cámara que Feijóo no puede intervenir al no ser diputado, un escollo que buscan salvar con su imagen en el hemiciclo, donde se sentará por primera vez gracias a su condición de senador. No temen en el PP que esta inédita situación, producto de la crisis que acabó con el liderazgo de Pablo Casado, les robe foco.
Fuentes de la dirección nacional del PP subrayan que la presencia de Feijóo el martes, el primer día del debate, tendrá impacto por sí misma. Y por eso "en principio" no tienen previsto que haga declaraciones. El debate coincidirá parcialmente con la escuela de verano que el PP celebra en El Escorial (Madrid) y Feijóo tendrá oportunidad de replicar a Sánchez el miércoles, mientras en el Congreso intervienen los grupos minoritarios.
Aunque será Gamarra quien tome la palabra, Feijóo marcó ante sus parlamentarios los ejes del debate, que los populares centrarán en la economía y la "España real". El líder del PP ha alertado de que España se dirige a una "profundísima crisis económica" si no se corrige el rumbo y ha denunciado que los españoles son un 10 % más pobres por culpa de la inflación.
El PP insistirá en que son sus recetas económicas, plasmadas en el plan que Feijóo remitió a Moncloa, las adecuadas para encauzar la economía. El objetivo es que Sánchez, que ya ha incorporado en el segundo decreto anticrisis propuestas del PP, se abra a otras.
Así, harán nuevas peticiones, como la de ampliar la vida útil de las nucleares, y reiterarán la propuesta de ajustar el IRPF a rentas medias y recortar el gasto superfluo. Los populares han tomado el viaje de la ministra de Igualdad a Estados Unidos como ejemplo de un Gobierno "caro", que comparan con dos equipos de fútbol y un árbitro, que, sostienen, no tiene el control.
El PP afeará los desacuerdos entre los socios de coalición, que tienen en el incremento del gasto militar su último capítulo, y que para Feijóo suponen "uno de los grandes riesgos que tiene la economía española". Así, el PP ha puesto en duda que el Gobierno sea capaz de aprobar presupuestos para 2023 y ha comparado a Sánchez con Boris Johnson.
Porque tras el éxito en Andalucía y ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas, los populares están instalados en la idea de un fin de ciclo. Creen que Sánchez necesita un revulsivo o no será capaz de capear el otoño.
Con este diagnóstico, el PP y Feijóo pretenden erigirse en la "única alternativa" de moderación y gestión, sin terceros. Y ser, afirman, constructivos, lo que se traduce en ofertas de pactos que hasta ahora no han mutado en acuerdos, de lo que el PP culpa tanto a la "soberbia" de Sánchez como a que no sea libre para cerrar pactos.
También censurará el PP la Ley de Memoria Democrática que el Gobierno ha pactado con EH Bildu, al considerar que permite a los que ven como herederos políticos de ETA "reescribir" la historia, cuando además se cumplen 25 años del secuestro y asesinato del edil del PP Miguel Ángel Blanco a manos de ETA.
EL PRIMER DEBATE PARA VOX Y CIUDADANOS
Cuando el PP ha recuperado su rol preponderante en el centroderecha, Vox y Ciudadanos se enfrentan a su primer debate del estado de la nación, pues este formato no se celebraba desde tiempos del bipartidismo.
Con un discurso "pegado al terreno", el presidente de Vox, Santiago Abascal, tratará de recuperar el empuje perdido para presentar a su partido como alternativa al Gobierno de Sánchez y aprovechar que en el PP no será Feijóo quien intervenga.
Abascal pondrá el acento en la economía cotidiana. "Hablará de las cosas del comer", en palabras del portavoz en el Congreso, Iván Espinosa, y del "deterioro" de la economía por las malas decisiones de Sánchez, cuyo gobierno solo responde, según Vox, a cuestiones ideológicas que ponen en peligro las bases económicas, sociales y de convivencia del país.
Vox denunciará también la "corrupción moral" del Ejecutivo de coalición, especialmente, por su reciente acuerdo con Bildu en torno a la Ley de Memoria Democrática, y volverá a exigir con firmeza y dureza la marcha de Sánchez, aunque la idea de promover una nueva moción de censura está totalmente descartada.
También Ciudadanos pondrá sobre todo el foco en la crisis económica derivada de la invasión de Ucrania, con recetas "liberales" que pasan por una reforma del IRPF y la bajada de impuestos, y en atacar al Gobierno de coalición con Unidas Podemos, tensionado otra vez, ahora por el aumento del gasto militar.
Las alianzas de Sánchez con nacionalistas e independentistas serán otro de los ejes de la intervención de Inés Arrimadas, que verá en este debate la oportunidad de empezar a promover a Ciudadanos como el partido de minorías pero con influencia en el que se quieren reinventar.
España
El PP encara el escollo de un debate sin cara a cara entre Feijóo y Sánchez
El primer debate del estado de la nación en siete años es para el PP un reto mayúsculo porque no será su líder, Alberto Núñez Feijóo, quien intervenga
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