La policía griega ha dado instrucciones a embajadas y empresas de mensajería para que informen ante cualquier sospecha, y trabaja contrarreloj para tratar de detectar nuevas posibles remesas de bombas y detener a los responsables, que en ningún momento han avisado del envío de los artefactos.
A las 10.30 GMT estalló un paquete bomba de poca potencia en la embajada de Suiza y poco más de una hora después hizo explosión otro en la de Rusia, sin que se produjeran heridos.
"Sentí un ruido y me asomé a la ventana para ver qué ocurría. Estamos bastante asustados", declaró a la prensa un médico del hospital militar NIMITZ, situado cerca de la embajada de Suiza.
Otros tres paquetes sospechosos, dirigidos a las embajadas de Bulgaria, Alemania y Chile, fueron interceptados y detonados de forma controlada por la policía.
El primer artefacto fue explosionado en la embajada búlgara, el segundo en un centro de mensajería después de que fuera devuelto por la legación germana, y el tercero cerca del Parlamento, tras ser también rechazado por la cercana representación diplomática chilena.
Durante tres horas el nerviosismo se apoderó de la capital griega debido a las numerosas llamadas de ciudadanos que denunciaban la presencia de envíos sospechosos.
También se alertó de la existencia de supuestas bombas con destino a la embajada de Panamá en el puerto de El Pireo, el aeropuerto militar de Elefsina, cerca de Atenas, y despachos de políticos, aunque no resultaron ser finalmente paquetes bomba.
El tráfico en el centro de Atenas y en la parte norte de la capital tuvo que interrumpirse para dar tiempo a la policía a llevar a cabo sus investigaciones.
La unidad antiterrorista de la policía ateniense estaba en estado de máxima alerta desde el mediodía de ayer, cuando se produjo la primera explosión que causó heridas leves a una empleada de una mensajería en Atenas por un paquete dirigido a la embajada mexicana.
La pronta detención de dos jóvenes de 22 y 24 años en Atenas, que iban armados, facilitó la interceptación de otros tres otros paquetes, dirigidos a las embajadas de Bélgica, Holanda y Francia, en este último caso destinado al presidente galo, Nicolás Sarkozy.
Uno de los dos detenidos era buscado desde hace un año por la policía por su supuesta participación en la organización anarquista radical "Conspiración de los Núcleos de Fuego", activa desde 2008.
La Fiscalía ha presentado cargos contra ellos por pertenencia a banda armada, actos de terrorismo y por poner en peligro vidas humanas, lo que les puede acarrear un mínimo de 25 años de cárcel.
El grupo anarquista atentó ya contra el consulado de Chile en la ciudad norteña de Salónica en julio de 2009 y parte de sus integrantes fueron detenidos hace un año y están pendiente de juicio.
Desde su creación, la organización ha atentado una treintena de veces con bombas de gas contra despachos de políticos, iglesias, comisarías y filiales bancarias.
Mary Bosi, experta de la universidad de El Pireo, declaró a los medios que "estas organizaciones de poco alcance buscan hacerse conocidas con acciones que causan sensación".
Después de la desarticulación de las dos principales organizaciones terroristas griegas, "17 de noviembre" y "Lucha Revolucionaria Popular", a principios de la década, han quedado "nuevas generaciones de seguidores" repartidas en diversos grupúsculos que se autodenominan guerrillas urbanas.
Estas organizaciones tomaron impulso después de las manifestaciones multitudinarias de diciembre de 2008 por la muerte de un adolescente por disparos de un policía.
Los últimos atentados se producen en los días previos a unas elecciones regionales y municipales, un año después de la llegada al poder de los socialistas, que han aplicado severos recortes en el gasto público y ha visto como el paro se disparaba hasta el 14,5%.