Desde que hace cuatro años cambió su trabajo de auxiliar de enfermería por el de vendedora de la organización, su cercanía y trato con sus clientes han hecho que se convierta en la mejor embajadora de la ONCE en la provincia sevillana. “Hay algo en común entre los dos trabajos, el contacto diario con las personas”, asegura Aurora García.
Como cualquier vendedor de la ONCE, la sevillana sueña con llegar a dar algún día el Cuponazo entre sus clientes. “Si cuando toca más o menos se ponen como locos imagínate con nueve millones de euros. Esa es mi ilusión de todos los días”, sostiene la vendedora.
La cercanía de los vendedores con sus clientes y el buen trato que les ofrecen es una de las virtudes que Miguel Carballeda resaltó durante el acto de entrega de las distinciones.
“El buen hacer de los vendedores que han recibido el reconocimiento, representan a una casa con una familia llena de buena gente”, manifestó el presidente de la ONCE.