Movilizaciones de protesta organizadas esta semana por Rajoelina contra el presidente malgache, Marc Ravalomanana, degeneraron en disturbios y choques con la Policía y dejaron un saldo de más de 90 muertos.
Tras los motines, el alcalde exigió que los responsables de la muerte de los manifestantes comparecieran ante la Justicia, antes de que él negociara con Ravalomanana el establecimiento de un gobierno de transición.
“Dado que el presidente y el Gobierno no han asumido sus responsabilidades, a partir de hoy yo me ocuparé de los asuntos nacionales”, dijo Rajoelina, quien añadió que “una solicitud para que Ravalomanana renuncie será presentada pronto al Parlamento”, señala la BBC.
Como consecuencia de los disturbios, Ravalomanana destituyó al comandante en jefe de la Gendarmería Nacional, el general Luciano Raharijaona, a quien responsabilizó por la actuación de las fuerzas de seguridad durante los actos de violencia, y lo sustituyó por el general Pily Gilbain.
Los motines comenzaron hace una semana, cuando una manifestación encabezada por Rajoelina en Antananarivo acabó con el incendio del edificio de la Radiotelevisión pública y con disturbios que se prolongaron hasta el día siguiente.
Decenas de comercios y locales públicos fueron saqueados e incendiados y al menos 91 personas resultaron muertas, según el periódico “La Verite”, que señaló que la violencia se había extendido de la capital a las ciudades de Toliara, Toamasina, Sambava y Mahajanga.
El miércoles, decenas de miles de personas se manifestaron nuevamente, aunque de manera pacífica, en Antananarivo, mientras que el jueves y el viernes la ciudad se mantuvo en calma, tras un llamamiento de Rajoelina para que los habitantes permanecieran en sus casas.
Antes de la manifestación de ayer, Rajoelina se entrevistó nuevamente con representantes diplomáticos de varios países, dirigentes religiosos y organizaciones de la sociedad civil, que buscan una salida negociada al conflicto que enfrenta al alcalde de Antananarivo y Ravalomanana.
Rajoelina acusa a Ravalomanana de “malversación de fondos públicos” y “amenazar la democracia”, y ha pedido el “apoyo militar” para dirigir el Gobierno de transición que él preconiza.
La víspera, Rajoelina se reunió con dirigentes sindicales y los líderes de varios partidos políticos de la oposición para delinear una llamada “Plataforma para la Democracia” y exigieron hoy la renuncia inmediata del actual Ejecutivo nacional y el establecimiento de un gobierno de transición.
El alcalde recalca que él quiere encabezar esa “transición democrática” porque “es el deseo del pueblo por sangre fresca, por una nueva visión”.
Ravalomanana, que está de gira por el interior del país para asegurar a la población malgache que su Gobierno controla la situación, no ha reaccionado, aparentemente, al anuncio del alcalde de Antananarivo.
El presidente, un empresario multimillonario, llegó al poder en 2002, tras derrotar en unos controvertidos comicios en 2001 a su predecesor, el almirante retirado Didier Ratsiraka, quien le acusó de fraude electoral y se negó a entregar el gobierno, lo que produjo un conflicto que estuvo a punto de llevar al país a una guerra civil.
En 2006, Ravalomanana fue reelegido para un nuevo período de cinco años, en unas elecciones que fueron también tildadas de fraudulentas por la oposición, aunque el Tribunal Constitucional rechazó las acusaciones.
Las próximas elecciones presidenciales en Madagascar están previstas en 2011, pero en las mismas no podrá presentarse Rajoelina, ya que la Constitución malgache exige que los jefes del Estado deben superen los 40 años y él sólo tiene 34.