Esas primas han causado una ola de críticas en EEUU, encabezadas por el presidente Barack Obama, ya que la aseguradora ha tenido que recibir más de 182.000 millones de fondos públicos para su rescate.
Según explicó el fiscal general de Connecticut, Richard Blumenthal, la nueva cifra, de 53 millones más, aparece en una serie de documentos que recibió el viernes por la noche tras emitir un requerimiento oficial.
Según Blumenthal, la cifra “dará aún más pábulo a la ira y al asco justificados que la gente siente”.
Los documentos que ha recibido, agregó, ponen de relieve que un total de 73 personas recibieron al menos un millón de dólares por cabeza, y de ellos, cinco cobraron más de cuatro millones.
Obama ha calificado a lo largo de esta semana en varias ocasiones el pago de esas bonificaciones de “indignante” y ha asegurado que su Gobierno estudia todas las vías posibles para recuperar ese dinero proveniente de las arcas públicas.
La Cámara de Representantes aprobó el jueves un proyecto de ley para gravar al 90 por ciento ese tipo de retribuciones.
La medida, de ser aprobada también en el Senado, se aplicará a empleados de empresas que reciban más de 5.000 millones de dólares del plan de rescate financiero del Gobierno federal.
Durante una audiencia el miércoles en un subcomité de asuntos financieros de la Cámara de Representantes, el presidente y principal ejecutivo de AIG, Edward Liddy, dijo que algunos de los ejecutivos ya han comenzado a devolver las bonificaciones que recibieron.