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El Consistorio y Gallardo se verán las caras en el juzgado en marzo de 2016

El Ayuntamiento presenta ‘in extremis’ la reclamación de cantidad al entender que ha pagado de más en la indemnización al exgerente de la EMV, que se siente “dolido y maltratado” pero entiende que lleva razón y que ganará en los tribunales

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  • Imagen de archivo de Gallardo -

Casi dos años después de que José Luis Gallardo fuera cesado como gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) e indemnizado por ese cese, el Consistorio ha presentado la reclamación de cantidades en los tribunales tras no llegar a un acuerdo entre las partes sobre la cantidad indemnizada.

La reclamación se presentó en el pasado mes de noviembre en el Juzgado de lo Social número 3 de Huelva, que ya ha puesto fecha al juicio: será en marzo de 2016.

El Ayuntamiento casi ha apurado el plazo para presentar la reclamación de cantidad, pues este mes vencía, ya que fue en enero de 2014 -un año después del cese-,  cuando el Consistorio, tras un informe de la Oficialía Mayor, reclamó a Gallardo, a través de la Intervención Municipal, la devolución de gran parte de la indemnización recibida. Él presentó alegaciones, que fueron rechazadas, y el siguiente paso que le quedaba al Consistorio era acudir a la vía judicial, y para ello tenía un año desde que respondió a las alegaciones del afectado.

Gallardo recibió tras su cese una indemnización equivalente a dos años y medio de salario bruto de lo que percibió en su última nómina, pero según se indicaba en el informe de la Oficialía Mayor, la Ley 3/2012 de 6 de julio de Medidas Urgentes para la reforma del mercado laboral (más conocida como reforma laboral) establece para la extinción de contratos de personal de alta dirección una indemnización no superior a siete días por año de servicio de la retribución anual, con un máximo de seis meses.

Hasta ahora no se sabía con exactitud de qué cantidades se trataba, aunque se cifraba en más de 157.000 euros la indemnización que recibió Gallardo. Sin embargo, Viva Huelva ha accedido a un informe elaborado por una empresa de auditores de Huelva, que fue encargado por la extinta EMV a finales de enero del pasado año, que cifra dicha indemnización por cese y extinción del contrato en 172.783 euros brutos, que se desglosan en 63.038,39 euros como indemnización finiquito, 94.557,59 euros de indemnización sujeta, y 15.186,68 euros en concepto de preaviso.

Este informe coincide con la Oficialía Mayor en que la indemnización estaba mal calculada porque “no se tuvo en cuenta en el cálculo lo establecido en la Disposición Adicional Octava de la ley 3/2012”, y estima que “el exceso satisfecho, en concepto de indemnización y salarios de tramitación, ascendería a 166.000 euros aproximadamente”. Es decir, que según los cálculos de esta empresa auditora, a  Gallardo sólo le correspondería 6.783 euros brutos, y no los 172.783 que recibió.

La  clave
La clave de todo está en la interpretación de la ley y del cargo laboral que ostentaba Gallardo, pues en declaraciones a Viva Huelva, ha insistido en que “yo no era un trabajador  de alta dirección, sino un gerente sin poderes”, por ello entiende que “es injusto todo esto, porque lo que pretenden es cambiar, sin derecho alguno, un tipo de despido”.

Además, entiende que “al trabajador no se le puede cambiar el tipo de despido 11 meses después, pues para eso hay 20 días, para que el trabajador se pueda defender, porque después viene la indefensión”.

Por ello, Gallardo, que ocupó el cargo de gerente de la EMV entre 2007 y 2013, además de haber sido concejal del PP durante 12 años, cree que “tiene que haber un trasfondo político” y lamenta que “no merecería este trato, me siento dolido y maltratado”. De hecho, insiste en que “profesional y humanamente no me merezco esto, después de estar desde 1995 trabajando junto al alcalde”.
No obstante, Gallardo se muestra confiado, pues “ya he presentado toda mi documentación en el juzgado y entiendo que llevo razón”. Así, cree que “el tiempo me dará la razón y me defenderé en los tribunales”.

Tendrá que esperar más de un año. Será entonces cuando ambas partes se vean las caras.

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