A.F.P., el acusado de intentar matar a puñaladas a un vecino, miembro de una familia con la que la suya mantenía una enemistad manifiesta el 4 de junio de 2014 en El Torrejón, ha reconocido hoy que portaba una navaja y que tuvo intención de matarlo.
Lo ha hecho en la primera sesión del juicio que se ha celebrado hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, en el que se enfrenta a siete años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, y un delito de quebratamiento de medida cautelar, del que también están acusados sus padres, L.F.F. y M.P.C., por el que se solicita a cada uno multa de 5.400 euros.
El acusado ha narrado que el día de los hechos sobre las 17:00 horas del 4 de junio de 2014, se encontraba en la confluencia de las calles Dalia y Avenida de las Flores de Huelva.
Ha indicado que estaba sólo, que llevaba una navaja y que tuvo intención de matar a S.C.M, al tiempo que ha precisado que antes del apuñalamiento hubo una disputa previa.
Por su parte, los padres del acusado han negado que estuvieran en el lugar cuando se produjo la agresión ya que el padre, L.F.F., ha asegurado que estaba durmiendo y que se enteró por la noche por su mujer y ésta, M.P.C., ha dicho que estaba en casa con sus hijas pequeñas cuando alguien vino a decirle que su hijo se estaba peleando, momento en el que salió corriendo a su encuentro si bien se volvió antes de llegar cuando le dijeron que éste se había marchado.
La víctima y su mujer han coincidido en relatar cómo ese día, cuando se disponía a ir al gimnasio con su hijo, este avisó por el portero electrónico de que el acusado, que tenia una orden de alejamiento de su familia, se encontraba junto a su casa y les indicó que llamara a la Policía.
Sin embargo, bajaron para confirmar que estaba allí y al no verlo, la víctima se dispuso a ir a casa de su hija y a llamarla para que no saliera de casa.
En ese momento, han narrado, el acusado y los padres se bajaron de un vehículo, "portando un cuchillo cada uno, más una vara la madre" y mientras el acusado apuñalaba a S.C.M., su padre impedía con un cuchillo que el hijo de la víctima se acercara a ayudarlo y su madre, hacía lo propio con la mujer de ésta.
En un momento determinado, ha narrado la esposa pudo rociar los ojos de la mujer con aerosol de pimienta que llevaba oculto en su ropa, "quitarle la vara e ir a socorrer" a su marido al que ya habían asestado cuatro puñaladas.
La víctima ha dicho que durante la agresión el acusado le decía: "vas a morir, te voy a matar" y sus padres lo alentaban a hacerlo: "sigue, sigue, mátalo", ha asegurado que le decían.