Las 15 plantas de producción que integran de la Asociación de Industrias Químicas, Basicas y Energéticas de Huelva (AIQBE) redujeron en 2018 sus emisiones de CO2 (Dióxido de Carbono) a la atmósfera un 2,5 por ciento, pasando de las 3.234 kilotoneladas en 2017 a 3.151 el año pasado.
Así se recoge en la Memoria de la AIQBE, correspondiente a 2018, consultada por Efe, en el que se informa de los principales indicadores ambientales y de su evolución que denotan un descenso continuado que va más allá de los límites legales establecidos.
En este sentido, se remarca que desde en la última década, es decir, desde 2008 a 2018, la reducción de emisiones de CO2 por parte de estas empresas, que conforman uno de los principales polos industriales de España, ha sido del 42 %.
Con respecto a los vertidos, en estos últimos 10 años se ha logrado reducir un 56 % los de aguas residuales; un 64 % los de fosfatos, un 45 % los de fluoruros y un 43 % los aportes metálicos.
Por otro lado, aunque ha aumentado la cantidad de residuos no peligrosos en el último año, estos han sido en un 95 por ciento reciclados, recuperados o valorizados, por lo que la cantidad de residuos no reaprovechados es un 5 por ciento.
La cantidad de residuos peligrosos generados se ha reducido, no obstante, en un 3 por ciento en 2018.
En la consecución de estos parámetros tiene especial impacto la inversión que acometen las distintas empresas que incide especialmente en la mejora del proceso productivo, protección ambiental y eficiencia energética en sus plantas industriales.
En 2018 esa inversión ascendió a los 256,4 millones de euros, lo que supone un incremento de tres millones de euros más respecto al ejercicio anterior.