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Sábado 16/11/2024
 
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Jaén

“Ser alcalde de Jaén es un honor”

Javier Márquez asume que puede ser el elegido para suceder a Fernández de Moya, aunque aún se muestra cauto. El artífice del nuevo PGOU dice que la expansión de Jaén hacia el norte es compatible con el apoyo al casco antiguo

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  • Javier Márquez -

Con prudencia, pero sin escurrir el bulto, Francisco Javier Márquez Sánchez  no puede ocultar  que su nombre es el elegido para asumir próximamente la Alcaldía de Jaén cuando el actual inquilino, José Enrique Fernández de Moya, deje su puesto y tome rumbo al Congreso de los Diputados. “Ser alcalde de Jaén es un honor”, comenta sin ambages el actual concejal de Urbanismo, Somuvisa, Plan Urban y Medio Ambiente, que asume las “posibilidades” de que ese relevo se produzca en los próximos meses.   Antes, dedica elogios hacia Fernández de Moya, “una persona preparada y un tío competente” y, en vísperas de que el PP elija a sus candidatos para las Generales, lo tiene claro: “Si yo fuera Rajoy contaría con José Enrique para el Congreso”, indica, en línea con las muchas voces que hay en las filas populares en contra de que la dirección nacional imponga nuevamente un cunero al frente de la lista.
Márquez es consciente, no obstante, de que la Alcaldía de Jaén es, hoy por hoy, un reto lleno de obstáculos  por la situación de quiebra económica de las arcas municipales. “Fácil no es, sería algo harto complicado”, vaticina. Sin embargo, también cree que su perfil es quizá el que más puede encajar con el “nuevo tiempo político”  que parece vislumbrarse en el Ayuntamiento jienense.  “Puede ser que por mis buenas relaciones  institucionales pueda favorecer el tender puentes con las Administraciones”, indica. Y también a nivel interno saca a relucir sus méritos: “Yo creo que me he ganado el respeto de los grupos de la oposición”.
En los Desayunos de VIVA JAÉN, en el Parador de Turismo de Santa Catalina, Javier Márquez, al que todos llaman ‘Cuqui’, habla también de cómo le gustaría afrontar esa nueva etapa en el Consistorio:  “Yo creo que la gente ya está muy cansada de enfrentamientos y de peleas políticas, todas las instituciones han venido funcionando de manera partidaria”. Y, en el plano personal, dice “valorar más a las personas por sus ideas que por su ideología”. Eso sí, aclara que “no se debe confundir la confrontación con la reivindicación” y, en este sentido,  valora el “apoyo” dado por el Gobierno central al Ayuntamiento.
Javier Márquez ha sido el artífice del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Jaén, que debe entrar en vigor a final de este año una vez  se publique en el Boletín Oficial de la Junta (BOJA).  El concejal lamenta, en primer lugar, la demora en contar con un instrumento de planeamiento que se aprobó inicialmente en 2012 y hace más de un año de manera definitiva aunque con reparos.  “Claro que  es un fracaso  que  los trámites administrativos se alarguen tanto en el tiempo”. Con todo, el que podría llamarse ‘plan Márquez’  llega  con grandes expectativas y en un momento que “coincide con el repunte de la economía”. Un plan, dice el concejal, que va a hacer que “Jaén deje de estar taponada urbanística y comercialmente” y que, con la llegada del centro comercial Jaén Plaza, haga que la capital “ lidere la expansión comercial y sirva de foco de atracción a un área metropolitana de 450.000 personas”.
Y frente a las voces que alertan de que el crecimiento comercial de la ciudad hacia el norte tenga un impacto negativo en el casco antiguo, Márquez  cree que es compatible el desarrollo de ambas zonas. “El casco antiguo debe tener una filosofía propia, más bien cultural o un poco canalla  al estilo del proyecto de los Jardines Secretos”, apunta, tras reconocer que “la situación económica está condicionando la intervención municipal en el casco antiguo”. Y, aunque  hace autocrítica por la insuficiente implicación del Ayuntamiento, también cree necesaria “una mayor iniciativa privada” así como “una mayor conciencia y autoestima de ciudad”.
Además del centro Jaén Plaza, el nuevo PGOU también contempla proyectos comerciales en Maristas, pendiente de levantar la suspensión, y en la actual Estación de Autobuses. El traslado de la estación, dice Márquez, se abordará cuando se afronte el proyecto de la estación intermodal, que incluirá también a Renfe.
Otra cuestión que parece desbloqueada es la regularización de las viviendas de Los Puentes, una vieja aspiración de los vecinos y una patata caliente para todas las  Corporaciones.  “Es cierto que la Administración ha mirado hacia otro lado durante décadas, dando lugar a una situación de hecho, pero no se puede criminalizar a los vecinos”, señala Márquez, para quien la solución global dada (que apenas  contempla demolición de viviendas)”es la más realista” y, en todo caso, “si parece café para todos ha sido por responsabilidad de la Administración”.
La crítica situación económica condiciona cualquier análisis de la situación municipal. Márquez. como el resto de miembros de la Corporación, se niega a plantear una solución que pase por adelgazar la nómina de 1.400 empleados públicos. Pero sí  cree necesarias otras soluciones. “Alguien tendrá que coger el toro por los cuernos y hacer una reestructuración de la plantilla municipal”.  Y cuando el periódico le insiste para que elija uno de sus primeros deseos en caso de llegar a la Alcaldía, se pronuncia así: “Antes de morirme me gustaría ver el parque central en Cerro Almagro”.

"Yo sí me montaré en el tranvía"

A una semana de la reunión entre el alcalde y el consejero de Fomento que se antoja clave para desbloquear una salida a la reactivación del tranvía, el concejal de Urbanismo reconoce que se abre un nuevo escenario que invita al optimismo: “Estamos más cerca del acuerdo porque la Junta ya ha dicho que está dispuesta a colaborar en su financiación”.
En cualquier caso, Márquez muestra una actitud muy distinta a la del alcalde a la hora de abordar la solución a una infraestructura que permanece abandonada tras invertirse en ella más de 100 millones de euros. “Claro que merece la pena sentarse a estudia r una salida”. Y, al contrario de la frase que ha perseguido a Fernández de Moya desde antes de su llegada a la Alcaldía, el edil responsable de Urbanismo lo tiene claro: “Yo si me montaré en el tranvía”.
En las viviendas de Las Protegidas también se adivina un nuevo horizonte tras insinuar la Junta que podría levantar la protección que pesa sobre esas casas construidas a mediados del siglo pasado. Y aquí Márquez no oculta cierta nostalgia del proyecto de hace dos mandatos que intentaba convertir esa “manzana de oro” en una potente zona comercial y modernizando las viejas viviendas. “Claro que veríamos de nuevo con cariño ese proyecto, pero, eso sí, respetando la tipología de esos bloques”. Pero cuando se le pregunta si la catalogación por la Junta perseguía frenar  la especulación, Márquez  se muestra un tanto ambiguo. “La intervención de la Junta fue oportunista, pero no sé si fue peor el remedio que la enfermedad”, dice, en alusión al estado de deterioro de muchas viviendas, especialmente las 30 familias del bloque Grupo 1060 José Antonio que van a tener que ser desalojadas por la peligrosidad de su habitabilidad.
También se muestra orgulloso Márquez del resultado obtenido en el remozado parque de La Alameda, pese  a la tardanza y polémica de las obras. Y en alusión a las críticas de la federación de discapacitados Fejidif sobre la deficiente accesibilidad del parque, el concejal asegura que la ordenanza supuestamente vulnerada por el Ayuntamiento “no estaba en vigor cuando se diseñó y ejecutó el proyecto”.

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