| Mientras que en ciertos sectores del sector financiero “suena la música” de las dificultades para conseguir un préstamo, los números de Caja Rural de Jaén demuestran su voluntad por el desarrollo económico y empresarial de la provincia con su firme apuesta por la inversión crediticia. Las cifras del cierre del ejercicio 2016, denotan un incremento en los préstamos concedidos por la entidad financiera de referencia para la provincia jienense. Si en 2015 cerró sus cuentas con 1.307 millones en créditos, los datos de 2016 indican que inyectó en el tejido productivo, social y económico de Jaén 1.522 millones en forma de préstamos, lo que constituye un incremento del 16,42%.
No obstante, esta apuesta por la inversión crediticia la hace bajo unos firmes parámetros de seguridad que garanticen la solvencia, lo que resulta determinante para reducir el ratio de morosidad, que se encuentra muy por debajo de los parámetros medios del sector financiero, 6,33% frente a 7,84% del año anterior, cuando la media del sistema financiero es el 9,23%.
Además, este incremento de los préstamos coincide con un aumento de la confianza de los jienenses, que se ha plasmado en forma de depósitos. Los clientes de la entidad han depositado 2.312 millones en 2016 frente a los 1.873 millones en 2015, lo que constituye un notable incremento que alcanza el 23,47%. La inmensa mayoría de los depósitos proceden de la provincia. Constituyen un ahorro muy diversificado, que pasa por los agricultores y que se extiende por buena parte de los sectores productivos jienenses y por saldos de pequeños ahorradores. Precisamente, esta circunstancia hace que la Caja Rural de Jaén cuente con una enorme consistencia económica y financiera. El excedente neto, es decir, los beneficios de la entidad, se encuentra en la misma línea conseguida durante el año anterior (12 millones de euros). De esta manera, Caja Rural de Jaén se consolida como una entidad determinante para el desarrollo económico y social de la provincia con unos parámetros que demuestran fortaleza en un mercado financiero complicado para el negocio bancario.
Por último, la solvencia supera con creces los mínimos exigidos por Banco de España, que son del 9,63% ya que el coeficiente presenta un nivel del 15%.
