En la Gala del Deporte de Jerez se premió, en la categoría de ‘Valores Humanos’, al equipo de baloncesto para personas con discapacidad intelectual del Unión Baloncesto Jerez. Un equipo que buscar dar visibilidad a la discapacidad intelectual a través del deporte y, en concreto, del baloncesto, promoviendo en estas personas los valores del deporte y el compañerismo como base para todo.
Un premio que, según comenta Asun Torreira, entrenadora del equipo, no se esperaban y que fue una “explosión de felicidad. Ese reconocimiento de ser finalistas ya era un premio. Lo que viniera después, bienvenido era”.
Según Asun, este premio es “un reconocimiento al trabajo de los chicos. Hay muchos que llevan desde la pimera temporada, en 2018. Son muchas horas, muchos días y no solo los que juegan en el equipo sino los padres que llevan luchando con ellos mucho tiempo y que reconozcan el esfuerzo de ellos con este galardón es increíble. Además en la categoría de ‘Valores Humanos’, que es lo que pretendemos porque les enseñamos a mejorar a nivel deportivo y físico y les inculcamos el valor del respeto, compañerismo y deportividad. Valoran eso que les estamos inclucando y es muy bonito. El hecho de subir al escenario y verse en la pantalla fue una pasada para ellos. Vamos a Chapín y mucha gente se ha enterado de que el equipo existe. Nosotros pretendemos la visibilizacion y este premio es un empujón a nuesto equipo y a la discapacidad en general. Estamos muy felices”.
El objetivo de este proyecto es “darles la oportunidad. Nuestro equipo da la posibilidad de acercar el baloncesto a las personas con discapacidad. Es una oportunidad que a nivel provincial es muy escaso. Hay un equipo en Cádiz, otro en Arcos y ya está. Y hay personas con discapacidad en toda la provincia. No tiene posibilidades todo el mundo y es una pena. Nosotros contamos con dos equipos para normalizarlo, uno con los más mayores y otro para los más pequeños. Formando parte de un club se sienten integrados, no son un club exclusivo para personas con discapacidad. Se sienten uno más dentro del club. Tenemos nuestra equipación como el resto de equipos, entrenamos en las mismas pistas que los demás y ese es nuestro granito de arena para la normalización de la discapacidad”.
La pandemia ha afectado al equipo y hubo “una desbandada en todos los deportes y en los nuestros, muchos tienen enfermedades de base que se complican. Cuando volvimos del confinamiento nos encontramos que éramos cinco o seis. Seguimos adelante y sabíamos que ellos querían entrenar. Poco a poco la situación mejoró y cada semana nos llega una solicitud nueva. Las redes sociales son fundamentales y el premio que nos han dado es importantísimo. Nos abre la puerta a personas que no conocen el equipo y vienen a probar. Hemos tenido al suerte que hemos ido mejorando y si no hubiéramos mejorado no tendríamos el premio. La gente ha confiado en este proyecto. Ahora mismo contamos con diez jugadores adultos y cinco infantiles. Número muy importante para un club y para una ciudad que cuente con dos equipos”.
Dentro de la plantilla, muchos de los jugadores se conocen de los colegios y las asociaciones, aunque “hay algunos que no, que vienen y se apuntan. La verdad es que han creado una piña muy bonita. Hay una gran unión porque la discapacidad de uno no es como la de otro. Se adaptan todos a los demás. Nosotros los entrenamos y nos adaptamos a sus capacidades, no a sus discapacidades, para que mejoren según la posibilidad de cada uno. Todos se apoyan, son una piña y van a una. En los torneos se nota porque cuando tenemos dos o tres jugadores que pueden jugar perfectamente no se sienten la figura del equipo sino que son capaces de ayudar a sus compañeros. Hacen equipo. Los padres y madres ven los partidos y se quedan alucinados. Aunque estén en el banquillo animan a todos sus compañeros y queremos que se sientan todos igual de importantes. Al final ninguno se siente más o menos que otro y ellos van felices”.
Y eso es lo que más sorprende a Asun de su equipo, “el compañerismo, el ceder la pelota a un compañero, el no sentirse más importante uno que otro, que un compañero dé un pase tiene importancia porque comparten la pelota. Es muy sencillo coger la pelota e ir a la otra canasta, pero compartir el balón es fundamental para un deporte de equipo. No hablamos de tenis o atletismo. Es un deporte en el que necesito alguien al lado y que me necesita a mí”. Una labor encomiable la que realizan en Unión Baloncesto Jerez que bien merece el premio recibido en este 2021. Un equipo que no se cierra puertas, al revés, está abierto para todo el que quiera formar parte de él, tanto jugadores como voluntarios, “que son un pilar fundamental para que los jugadores avancen y evolucionen”.
Ampliando metas
El club tiene dos equipos, uno sénior y otro infantil. El infantil comenzó este año “una vez que se afianzó el sénior fuimos capaces de ampliar la oferta porque hay muchos chicos que quieren acercarse al baloncesto y no tienen oportunidad. Los lunes entrenan los pequeños y los martes y jueves los mayores. Hay distintos niveles y a muchos les enesñamos a correr, a coordinar el correr y botar el balón y mejoramos toda la técnica de baloncesto en gerenal. Con los pequeños tengo una anécdota y es que el primer día les puse la canasta bajita para empezar y el segundo día ya se la tuve que levantar porque se les quedaba chica por la energía y las ganas que tenían”, comenta la entrenadora, muy orgullosa de sus jugadores.
