A esto se suma el robo registrado en una óptica en la madrugada del pasado jueves. Allí, uno o varios individuos utilizaron algún objeto contundente para hacer un agujero de 25 centímetros de diámetro en el escaparate. Por este hueco los ladrones sustrajeron una docena de gafas. A esto se suma que otra quincena resultó gravemente afectada por la rotura del cristal de seguridad. En total, los propietarios cifraron las pérdidas en unos 2.000 euros.
El ambiente de preocupación es tal que algunos de los propietarios se llegaban a preguntar si, “a lo mejor, debemos contratar a un guardia de seguridad entre todos”.