El Partido Animalista (Pacma) ha propuesto al Ayuntamiento de Jerez sustituir los caballos de las calesas por motores eléctricos, para evitar el sufrimiento de estos animales.
El coordinador provincial del Pacma en Cádiz, Marcelino Laínez, explica que se ha reunido con la concejala de Turismo, Isabel Gallardo, y el delegado de Protección Animal, Rubén Pérez, para trasladarles esta propuesta, dentro de la campaña «Coches de Caballos Eléctricos Ya» que sostiene que estos animales están en unas condiciones «más que preocupantes».
Para el partido animalista, la reciente prohibición de los caballos en los coches turísticos que se prevé aplicar en Palma de Mallorca en 2024 "es un logro y un ejemplo a seguir para el resto de ciudades españolas".
"Existe la posibilidad, como hemos podido ver, de encontrar alternativas que permitan seguir dando paseos por la ciudad y disfrutar de ella sin explotar animales, manteniendo además los puestos de trabajo y facilitando, incluso, las labores diarias de los cocheros", manifiesta Laínez.
El pleno del ayuntamiento de Palma de Mallorca aprobó el pasado julio una propuesta para realizar las modificaciones oportunas para el cambio progresivo de todas las galeras de la ciudad hacia modalidades eléctricas y no de tracción animal, para lo que el consistorio establecerá una línea de subvenciones para facilitar el proceso de sustitución, fijando como límite el año 2024.
Según el Pacma, los delegados municipales de Jerez a los que han trasladado esta propuesta de momento "han insistido en la necesidad de hacer compatible la protección y bienestar del mundo animal y las diferentes opciones de visita turística" porque el Ayuntamiento cree que «se dan las condiciones para favorecer una complementariedad de esas opciones, contando con el compromiso de los cocheros».
El partido defensor de los animales destaca la necesitar de cambiar un modelo de transporte turístico en el que «frecuentemente" se somete a los caballos "a jornadas intensas y largas de trabajo, muchas veces a pesar de las altas temperaturas e incluso en alerta por calor".
"Se da la circunstancia de que en algunas provincias ni siquiera se dejan claros los horarios en los que pueden circular y los cocheros dicen autorregularse, pero los animales se siguen desplomando a cada momento e incluso hemos denunciado que algunos han sido vistos trabajando con posibles síntomas de malestar y enfermedad", afirma la Pacma en la nota.
