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Sábado 09/11/2024
 

Jerez

La comarca se enfrenta a 45 especies invasoras

Un censo de 45 especies invasoras, entre plantas, hongos, peces y aves exóticas, amenazan al ecosistema del Campo de Gibraltar

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  • Malvasía cabeciblanca -
El ecosistema propio con el que cuenta el Campo de Gibraltar está sometido a un sinfín de mecanismos de protección por parte de la Junta de Andalucía, fundamentalmente en el baluarte medioambiental que representa la presencia en la comarca de dos parques naturales, como son el Parque Natural del Estrecho y el Parque Natural de los Alcornocales.

Sin embargo, las transformaciones que ha venido experimentado dicho ecosistema en las últimas décadas no lo deja exento de riesgos que, muchas veces, apenas son perceptibles para el ciudadano, y que avanzan a pasos agigantados poniendo en peligro las reservas naturales con las que cuenta la comarca.

Es el caso de las especies invasoras, un extraño fenómeno poco conocido, y del que hay censadas en el Campo de Gibraltar alrededor de 45 especies, que representan un riesgo para el normal desarrollo de la fauna y la flora autóctonas. Las especies invasoras son animales, plantas u otros organismos transportados e introducidos por el ser humano en lugares fuera de su área de distribución natural y que han conseguido establecerse y dispersarse en la nueva región, donde resultan dañinos.

Que una especie invasora resulta dañina, significa que produce cambios importantes en la composición, la estructura o los procesos de los ecosistemas naturales o seminaturales, poniendo en peligro la diversidad biológica nativa (en diversidad de especies, diversidad dentro de las poblaciones o diversidad de ecosistemas).
Los grupos ecologistas llevan años trabajando en el Campo de Gibraltar por concienciar a las administraciones acerca del peligro que representa la existencia de estas especies, y sobre la necesidad de combatir los efectos perjudiciales que puedan tener para el medioambiente de la comarca.

Así, según señaló el presidente del grupo conservacionista Agaden, Javier Gil, “es un fenómeno que lleva siglos en el Campo de Gibraltar, desde que empezó la colonización en las Américas, con los primeros viajes de ida y vuelta”. La implantación en la comarca de este tipo de especies se ha producido “en todos los grupos de seres vivos, desde plantas a hongos y algas”.

También señala Gil que muchas de las introducciones de especies han respondido en la historia del Campo de Gibraltar a “mucha importación”, como el caso de las plantas medicinales o las plantas exóticas para jardines botánicos, como el que un aristócrata inglés instauró en el actual Parque de Las Acacias.

Otras explicaciones, según Javier Gil, se encuentran en las políticas forestales; en las políticas militares, que convinieron la necesidad de llevar a cabo plantaciones para infraestructuras militares; o al auge urbanístico, que trajo consigo la importación de plantas ornamentales como el jopo de Brasil o las palmeras, elementos aparentemente inofensivos pero que “tienen un efecto inmediato en las plantas autóctonas, provocando la disminución de la biodiversidad y su desaparición”.

Especies
El presidente de Agaden señala que hay censadas en la comarca en torno a 45 especies invasoras. De ellas, destacó el efecto devastador que está teniendo la presencia de la uña de gato, también conocida como uña de león, en el Parque Natural del Estrecho, más concretamente en las playas tarifeñas de Bolonia.

“En un principio se trajo para agarrar mejor las dunas, pero pronto provocó la desaparición de especies autóctonas como el barrón, el enebro o la azucena de mar”, señal Gil.

También el Parque Natural de Los Alcornocales sufre el efecto de las plantas invasoras, fundamentalmente a través de la acción de la vinca, una planta rastrera que aprovecha la humedad de los valles fluviales. Estas plantas trepan por encima de las autóctonas, a las que dejan sin luz y sin oxígeno.

Su origen fue ornamental, pero las consecuencias de su implantación están siendo muy perjudiciales en las valles fluviales de Los Alcornocales y en todos los arroyos de Pelayo, en Algeciras. Especies endémicas de la comarca como los helechos cristella dentata o la crusita macrocarpa se están viendo afectadas por su acción.

La fauna del Campo de Gibraltar cuenta también con otras especies invasoras como las acacias, que está muy extendida en la comarca; el eucalipto, que está provocando un deterioro del suelo y una pérdida de la biodiversidad en algunos puntos del Parque Natural del Estrecho, como la playa de Bolonia; las mimosas; la yuca; la pita; o el estramonio.

Fauna
El mundo animal cuenta también con los efectos que está provocando la presencia de las especies invasoras en el Campo de Gibraltar. Así, uno de los casos menos conocidos y más dañinos es el de la malvasía, una especie de pato muy presente en la comarca.

El Campo de Gibraltar cuenta con una especie autóctona, que es la malvasía canela. Sin embargo, la introducción de la malvasía cabeciblanca, de origen inglés, está poniendo en peligro la evolución de esta especie endémica.

Otra especie invasora, muy presente en todos los ríos de la comarca, es el cangrejo americano, que fue introducido hace aproximadamente veinte años en el Guadalquivir para su alimentación y que se ha extendido por casi toda Andalucía.

Este cangrejo porta un hongo que impide la reproducción del cangrejo autóctono, lo que ha hecho que en muchas zonas de la comarca y de Andalucía esté prácticamente extinguido.

Otra especie invasora es el black-bass, también de origen americano, cuya introducción den los pantanos de Charco Redondo y Guadarranque se ha convertido en verdaderas plagas. Igualmente, el mejillón cebra está causando una gran inquietud en las zonas de agua dulce de Tarifa, donde está colonizando a otras especies. Además, provoca otros perjuicios como el atasco de tuberías de agua potable.

Las carpas, lo lucios, las tortugas galápago o las cotorras argentinas son otras especies invasoras presentes en la zona. Algunos puntos, como la isla de Las Palomas, con un auténtico santuario medioambiental propio, están sufriendo la presencia de especies invasoras, como hongos, especies de peces de zonas más cálidas o algas asesinas.

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