España se da un ?festín? a costa de una débil Argentina

España no pudo tener mejor estreno en el Torneo, y exhibió un juego muy diferente al que hizo el pasado martes ante Noruega. Y es que la roja se dió un auténtico festín ante una débil Argentina, que no supo nunca entrar en el partido, y sólo cuando los locales bajaban algo el pistón, eran capaces de elaborar alguna jugada de ataque. Y es que la España de Valero Rivera destacó ayer por su rapidez, con jugadas a la contra, pero sin dejar de probar cosas de cara al Mundial, como la defensa de 5-1. Además, tanto Barrufet como Sierra (cada uno jugó medio tiempo, y fue Hombrados quien ayer se quedó sin pisar la cancha) estuvieron muy acertados, y esa distancia en el marcador se hizo más amplia. La otra buena noticia fue que Iker Romero disputó sus primeros minutos en la cancha algecireña, y aunque en un principio no iba a ser hasta el domingo cuando valero Rivera le diera minutos, tanto el jugador como los médicos, decidieron que ya estaba para jugar, ya que la evolución de sus problemas de rodilla va evolucionando mejor de lo que se esperaba.

Desde la salida a la cancha se notó la diferencia de nivel entre ambas selecciones, y si España estaba a su nivel podía meterle una auténtica goleada a la albiceleste como al final sucedió, con el 37-18 del final. Y es que nunca, en los tres enfrentamientos anteriores entre ambas selecciones, España había conseguido ganar con tanta solvencia.

Los de Valero Rivera saltaron a la pista concentrados desde el minuto uno y esa fue una de las claves del encuentro, que la roja no perdió la intensidad en ningún tramo del partido, y nunca se dejaron de ir, a pesar de que la diferencia en el marcado ya fue palpable en los primeros seis minutos de juego.  España saltó a la cancha con una defensa muy fuerte, con Alberto Entrerríos, Cañellas, Garabaya y Perales en la zona central, dejaba escasas oportunidades para los argentinos, que además se toparon con la figura de un Barrufet, capaz de ganar un partido en los primeros quince minutos. El acierto de Barrufet en portería permitió que la roja consiguiera un parcial de 5-0 cuando apenas habían pasado seis minutos de juego (1-0 Cañellas, 2-0 Entrerríos, 3-0 Juanin García, 4-0 Óscar Perales y 5-0, Cañellas.

El capitán español abortó todos los lanzamientos de la albiceleste, de hecho no fue hasta el 7’56 cuando Argentina consiguió perforarla meta de Barrufet después de que Eric Gull transformara un siete metros que puso el encuentro 5-1, y lo más cerca que llegaron estar de los españoles fue con el 5-2 de Simonet. A partir de ahí, España metió la quinta marcha, y con dos goles de Rubén Garabaya se fueron al 7-2 en el 11’20. Posteriormente, un parcial de 3-0 volvió a abrir más brecha con el 12-5. A pesar del gran margen, Argentina se dejó de ir ante una España imparable y que quería un festín de goles.

Un parcial de 6-2 en el tramo ponía el marcador en el 14-6 , una distancia insalvable para la débil Argentina. Fue la final de la primera mitad, cuando los de Valero Rivera consiguieron la mayor ventaja en el marcador, al irse al descanso once arriba, con 19-8 tras el gol de Ruesga (que fue el máximo goleador del partido) sobre la bocina.

Imparable
En la reanudación, un acertado Sierra abortando las jugadas de ataque de Argetina (el cancerbero del Valladolid hizo durante los segundos treinta minutos un total de once paradas) unido al acierto de Víctor Tomás en los primeros minutos que puso el 20-8 y el 21-8. Tras la parada de Sierra en el 34’40, España puso un parcial de 5-0 (el cancerbero español volvió a evitar un tanto argentino) que hizo que el encuentro se pusiera 26-9, en el 39’50. En los primeros diez minutos se la segunda mitad, Argentina sólo pudo marcó gracias al tanto de Vidal. Pero a pesar de que la recta ya era suficiente para que España consiguiera el triunfo, cuando quedaban todavía veinte minutos por delante, Valero Rivera seguía pidiendo intensidad a los suyos, y con el marcador a favor y el rival entregado, todo eran adendas para el espectáculo. la distancia fue aumentando, e incluso se pusieron a veinte goles arriba tras un 3-0 de parcial en los últimos dos minutos, para colocarse con un 37-17, con el tanto de Rocas en el 59’30, pero Pizarro puso en el 59’50, el 37-18 final.