Según informó ayer la delegada de Seguridad y Protección Ciudadana, Cristina Garrido, los hechos se remontan a hace cinco meses. El agente, que se encontraba fuera de servicio colocando una antena en la calle Regino Martínez, se percató de la presencia de unas piezas murales con una envergadura de cuatro metros que identificó como la pieza en cuestión.
Tras confirmar con la propia restauradora, Yolanda Oliva, y la directora del Museo Municipal, Pilar Pintor, la identidad de la obra, el efectivo policial puso el hecho en conocimiento de los mandos policiales, que enviaron una patrulla a la citada vivienda y practicaron las gestiones necesarias para la recuperación del mural.
Según comentó el propio agente, la buena fe demostrada en todo momento por el dueño de la vivienda propició que no se formulase ningún cargo contra él, ya que probablemente no era consciente de que tenía en su azotea una pieza de semejante valor.
El agente recibió las felicitaciones, no sólo de los mandos policiales, sino también de Cristina Garrido y de la concejala de Cultura, Inmaculada Nieto, y de la directora del museo, Pilar Pintor. El pasado miércoles tuvo, además, la oportunidad de ver el estado en que se encuentra el mosaico, sobre el que ya se ha estado trabajando estos días.
Renuncia
La pieza llevaba más de una década desaparecida y ya se la daba por perdida, según comentaron las fuentes consultadas.
Los elementos hallados pertenecen al patrimonio municipal y forman parte de la obra que el artista alemán confeccionó en el año 1972. Se da la circunstancia de que el agente es un gran estudioso del arte y el patrimonio local y que conoció al propio autor de la obra, por lo que el reconocimiento de la misma no fue del todo casual.
Garrido quiso felicitar al agente del cuerpo municipal que localizó las piezas “porque con su perspicacia ha demostrado la profesionalidad de los hombres y mujeres que componen nuestra Policía Local, que ejercen durante las 24 horas del día en beneficio de los ciudadanos”.