El sector turístico ha encendido ya la luz larga para tratar de adelantarse a lo que pueda ocurrir una vez finalice una temporada de verano que no va a responder a las expectativas iniciales.
Lo mismo ocurre con el Ayuntamiento de Jerez, que justo ahora debería estar dando forma al calendario de actividades y eventos del último trimestre del año, un periodo clave para una hostelería ya de por sí machacada por la suspensión de la Semana Santa o la Feria del Caballo, sin dejar de lado que esta pasada primavera ni siquiera contó con el revulsivo que siempre aporta la motorada.
El Gobierno local tiene intención de presentar la programación de las Fiestas de la Vendimia a lo largo de esta semana. Al igual que se ha hecho en verano, las actividades son compatibles con las recomendaciones sanitarias que tratan de contener el Covid-19.
La alcaldesa, Mamen Sánchez, anunció la celebración de un gran evento entre el 9 y el 12 de octubre, coincidiendo con un puente festivo de cuatro días. De algún modo se trataba de cubrir el hueco que la Feria ha dejado en el calendario.
La regidora admite que se están “preparando cosas poco a poco”, mirando casi siempre a corto plazo, porque “la incertidumbre es para todos” y “aún no se sabe cómo será el otoño”.
El horizonte no está por tanto despejado, de modo que resulta complejo saber si Jerez disfrutará este año de la Navidad tal y como es costumbre. “Ojalá se pueda celebrar con normalidad, pero si no es así tendremos que reinventarnos una serie de cosas”, admite Mamen Sánchez.
Llegados a este punto, la alcaldesa tiene claro que lo importante es evitar un segundo confinamiento que impida cualquier tipo de celebración. “Si tenemos que preparar una Navidad diferente lo haremos, pero lo importante es que haya. Lo que tenemos que evitar ahora es que nos volvamos a encerrar, porque entonces no podremos ni reprogramar ni reinventar nada. No habría nada, y eso no sería bueno”, subraya.
El presidente del Clúster Turístico, Antonio Mariscal, advierte del mal momento que está viviendo el sector y de los nubarrones que se ciernen sobre su futuro más inmediato. “Lo normal es que las empresas mantengan los motores a ralentí tras el verano de cara a los puentes festivos y a los eventos, pero nos tememos que muchas empresas opten directamente por el cierre”.
En este sentido, Mariscal recuerda que la mayoría de la actividad turística de Jerez se sustenta sobre pequeñas empresas que carecen del músculo financiero que se precisa para afrontar una crisis que arrancó el pasado mes de marzo.
De momento la luz larga no permite sortear la espesura de la niebla. Antonio de María, presidente de la patronal Horeca, habla de “tormenta perfecta” para el sector.
Habrá que esperar por tanto a ver qué ocurre tras el verano y en qué han quedado los rebrotes que vienen caracterizando estas últimas semanas, que parecen estar desanimando tanto al sector turístico como a sus potenciales clientes.
