El pasado 28 de enero, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidió la bendición de un azulejo de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad y de la Archidiócesis hispalense, en los jardines de la Nunciatura Apostólica en Madrid.
La ceremonia contó con la presencia del nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Aúza, junto al secretario general y canciller de la Archidiócesis de Sevilla, Isacio Siguero, miembros del personal diplomático y la comunidad de religiosas Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que prestan servicio en la sede de la representación vaticana.
Este acto supone un nuevo vínculo entre Sevilla y la Santa Sede, reafirmando la devoción por la Virgen de los Reyes más allá de la capital andaluza. La imagen de la patrona presidirá a partir de ahora un espacio emblemático de la sede diplomática del Vaticano en España, recordando la tradición y la importancia histórica de la devoción sevillana.
La obra bendecida es fruto del talento del ceramista Jesús Alcarazo, natural de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Nacido en 1982, este artista cuenta con una sólida formación en Bellas Artes, habiendo obtenido su licenciatura en 2005. Tras una primera etapa centrada en la pintura y el dibujo, decidió especializarse en la cerámica como medio de expresión artística, fusionando tradición y creatividad en sus trabajos.
La reproducción cerámica de la Virgen de los Reyes es un ejemplo de su minucioso trabajo, que recupera técnicas artesanales sevillanas para mantener viva la herencia cultural y religiosa de la ciudad. Con su instalación en la Nunciatura Apostólica, esta pieza se suma al legado de la imaginería devocional sevillana, proyectando su identidad en un enclave de relevancia internacional.
