Ya es momento de poder decir sin titubeos que el Unicaja de Ibon Navarro es eso, un equipo con nombre y apellidos. Porque ahora sí tiene una identidad. Sabe a lo que juega y, mejor aún, sabe varios caminos para ganar y es capaz de adaptarse a situaciones de partido que antes se le enquistaban, como remontar y ganar a domicilio cuando el balón quema, en los segundos finales.
“Están invictos en la BCL y tienen una plantilla muy completa, con jugadores experimentados. Algunos de ellos llevan varios años en la Euroliga, como Will Thomas, Djedovic, Carter y Perry. Los jugadores que salen desde el banquillo están al mismo nivel que los que empiezan. Defensivamente y en términos de energía, el Unicaja es un equipo de primer nivel, de Euroliga”. Son las palabras del entrenador del PAOK de Salónica, Aris Lykogiannis, después de caer este miércoles ante el Unicaja por 85-88 en las últimas jugadas del choque.
Es la admiración del rival por un equipo que hace tiempo que cogió carrerilla y ahora no hay obstáculo que lo frene. El Unicaja se erige como uno de los favoritos para conquistar esta BCL, por potencial, plantilla y entidad, aunque cada año es más competitiva. Están Lenovo Tenerife (líder del Grupo H) o Benfica (primero del Grupo F, donde Manresa es segundo).
Mucho que demostrar aún, pero lo recorrido hasta el momento coloca al equiop malagueño como el club a batir. El mismo club que tuvo que clasificarse para esta Champions por invitación y en una fase previa en el Carpena.
