El Unicaja se mide este sábado al Río Breogán en Lugo en el que será su último test antes de la Copa del Rey. El conjunto malagueño llega a la cita con la intención de mantener su buena dinámica antes del gran torneo, pero se encontrará con un rival que ha mejorado notablemente bajo la dirección de un viejo conocido, Luis Casimiro.
El Breogán ha dejado atrás los puestos de descenso tras sumar tres victorias en sus últimos cinco encuentros. Con siete triunfos en la temporada, el equipo gallego ha dado un giro en su rendimiento desde la llegada de Casimiro, logrando victorias clave ante equipos como Gran Canaria, Girona o Andorra.
A pesar de su mejoría, el cuadro lucense ha sufrido bajas importantes, como la del base Charlie Moore, que se lesionó gravemente nada más aterrizar Casimiro. Para recomponer su plantilla, el Breogán ha incorporado a Dominik Mavra, Dae Dae Grant y Arturs Kurucs en el perímetro, además del pívot Boubacar Toure, que refuerza su juego interior.
El Unicaja deberá imponer su ritmo ante un equipo que apuesta por un baloncesto más pausado. Mientras los malagueños promedian 78,9 posesiones por partido, el Breogán juega a 75,6, siendo uno de los equipos con menor ritmo de la Liga Endesa. Además, en el rebote defensivo, el Unicaja es líder de la competición con un 73% de capturas.
El Pazo dos Deportes de Lugo es una pista exigente, aunque el Unicaja ha logrado ganar en sus dos últimas visitas. En el enfrentamiento más reciente entre ambos equipos, disputado en diciembre en el Carpena, los de Ibon Navarro se impusieron por 86-77 en un duelo decidido en el último cuarto.
Para Tyler Kalinoski, este partido tendrá un significado especial, ya que regresa a la cancha del equipo que le trajo a España en 2021. También será un reencuentro curioso para Yankuba Sima, que entrenó con el Breogán en 2018 sin llegar a debutar. Ahora, ambos buscarán sumar un nuevo triunfo para el Unicaja antes del gran reto en Gran Canaria.