El candidato presidencial de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora--, Henrique Capriles, ha decidido empezar su campaña electoral el próximo martes en Monagas (noreste), en lugar del miércoles en Barinas (suroeste), estado natal del difunto presidente venezolano Hugo Chávez.
Capriles ha explicado que su equipo electoral, el Comando Simón Bolívar, ha decidido cambiar la fecha y el lugar del arranque de su campaña para no coincidir con la del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), prevista para el próximo miércoles en Barinas.
"Habíamos anunciado (que comenzaría) el martes, pero el propio comando Simón Bolívar de Barinas nos ha pedido (que lo cambiemos) para que no coincidan las dos actividades", ha dicho, en declaraciones recogidas por la prensa venezolana.
"Creo que nuestra Venezuela es lo suficientemente grande, las calles son muy amplias, para que todos podamos hacerlo con espíritu de paz, con espíritu de propuesta", ha argumentado, según informa la cadena privada Globovisión.
Sin embargo, el líder opositor ha subrayado que no renunciará a hacer campaña electoral en Barinas, por lo que ha anunciado que un día después del inicio de la misma --el próximo miércoles-- viajará a dicho estado.
El candidato presidencial del PSUV, Nicolás Maduro, criticó el pasado sábado que Capriles hubiera escogido la misma fecha y el mismo lugar que él para dar el pistoletazo de salida a su campaña electoral, advirtiendo de que con ello pretendía generar "violencia".
"¿Qué tiene que venir a hacer ese señor aquí?, ¿Acaso él nació en Barinas o el pueblo venezolano le quiere? Todo lo que hace es una provocación", dijo el presidente encargado en un mitin celebrado en dicho estado.
Tras la muerte de Chávez, ocurrida el pasado 5 de marzo después de una larga batalla contra el cáncer, el Gobierno venezolano se ha visto obligado --por mandato constitucional-- a convocar elecciones presidenciales en un plazo de 30 días.
Según los últimos sondeos sobre intención de voto, Maduro se impondría a Capriles por 17 puntos porcentuales, mientras que los otros seis candidatos opositores apenas conseguirían un 11,3 por ciento de los sufragios.
La cita electoral ha generado una gran tensión en Venezuela y en la región, debido al apoyo económico de Caracas a sus vecinos, ya que podría traducirse en un cambio de Gobierno tras 14 años de 'chavismo' que podría llevar también a una ruptura social.