El cadáver se encontraba en la zona en la que había sido hallada la chaqueta de la joven, indicaron las mismas fuentes, que no explicaron si el cuerpo presentaba signos de violencia.
La joven había salido la noche del pasado sábado y no regresó a su domicilio, por lo que su familia denunció su desaparición.
Durante su búsqueda se localizaron el móvil de la chica sin batería ni tarjeta, el coche estacionado en una pista que no utilizada habitualmente y posteriormente la chaqueta en otra zona totalmente distinta al lugar en el que estaba el vehículo.
Antes del luctuoso hallazgo, la familia de la joven rompió ayer su silencio para decir que se encuentraban “desesperados” con la infructuosa búsqueda por los alrededores de Toén (Ourense).
En palabras del tío-abuelo de la chica, Manuel Olleros, “lo vemos en general bastante negro, sólo el padre confía en que aún esté con vida”.
Después de varios días rastreando la zona, Olleros destacó la gran labor de los efectivos de seguridad y vecinos. “Es extraordinario. Todo el mundo está apoyando a la familia, a pesar de que están extenuados”. Por ello, añadió, “es normal que la gente se vaya desanimando”.
En lo que respecta al lugar de la desaparición, el tío-abuelo consideró fundamental que los vecinos participen en la búsqueda, porque “son los que mejor conocen” la comarca e indicó que se trata de una zona “muy complicada, con muchos bosques y regatos”, lo que ha dificultado el trabajo.
“Una persona dicharachera”
De Laura destacó que es una “persona muy abierta y dicharachera. El hecho de que viniese sola a las doce de la noche demuestra que no debía tener motivos para desconfiar”.
Agentes de seguridad rastrearon este viernes, con la colaboración del equipo de buzos de A Coruña, alcantarillados y pozos.
El dispositivo para buscar a Laura Alonso se amplía hoy por sexto día consecutivo.
En total, más de un centenar de personas conformaron el dispositivo para la búsqueda en tierra y por el río Miño.