Los dueños del rascacielos Chrysler de Nueva York han llegado a un acuerdo para vender el edificio por 150 millones de dólares, una cifra muy por debajo de la que pagaron hace algo más de diez años para hacerse con el conocido rascacielos.
La firma inmobiliaria RFR Holding, propietaria de otros famosos inmuebles de Manhattan, y un socio extranjero pasarán a controlar el edificio Chrysler, informó hoy The Wall Street Journal.
Hasta ahora, el fondo soberano de Abu Dhabi era dueño del 90 por ciento de la torre, mientras que el grupo estadounidense Tishman Speyer, el anterior propietario, mantenía el 10 por ciento restante.
En 2008, el fondo emiratí había pagado unos 800 millones de dólares por su parte de la propiedad, que decidió poner a la venta a comienzos de este año.
El motivo, según el Journal, son los elevados costes de mantenimiento del edificio, en buena parte porque los terrenos sobre los que se levanta son propiedad de la escuela Cooper Union, que en 2018 cobró un alquiler de 32,5 millones de dólares y que espera que en 2028 la cifra alcance los 41 millones.
Además, la torre dispone de mucho espacio vacante o que quedará vacío pronto, por lo que los nuevos dueños tendrán probablemente que invertir para atraer nuevos inquilinos, según el Journal.
El Chrysler, situado en pleno corazón de Manhattan, es uno de los edificios más reconocibles de Nueva York, sobre todo por su famosa cúpula.
Diseñado por el arquitecto William Van Alen y construido entre 1928 y 1930 en estilo art déco, fue durante un breve espacio de tiempo -hasta que estuvo finalizado el Empire State en 1931- el edificio más alto del mundo.
Pese a la proliferación de nuevos rascacielos en los últimos años, el Chrysler sigue siendo uno de los diez edificios más altos de la Gran Manzana, con 77 plantas y 319 metros de altura.