Al menos tres personas murieron por heridas de arma de fuego y otras 30 resultaron heridas este martes en la ciudad boliviana de El Alto en enfrentamientos de seguidores de Evo Morales con militares y policías en una refinería, informó una fuente oficial.
Los enfrentamientos sucedieron durante un operativo de las fuerzas de seguridad para facilitar la salida de camiones cisterna para abastecer de combustible a la vecina ciudad de La Paz, según la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
"De acuerdo a información preliminar, las tres personas habrían fallecido producto de impacto de arma de fuego, se desconoce las circunstancias en que ocurrió el hecho", agrega un informe de esta entidad.
Los heridos fueron llevados a hospitales de El Alto y de La Paz, algunos de gravedad que "requieren de cirugía", según la Defensoría, que alertó de que se necesitan "médicos y medicamentos con suma urgencia" para atenderlos en alguno de estos centros sanitarios.
La Defensoría del Pueblo reclamó la desmovilización de las Fuerzas Armadas "a fin de evitar más muertes", al entender que la situación en Bolivia "requeriría sólo la intervención policial con fines disuasivos y de diálogo".
Por su parte, las Fuerzas Armadas aseguraron en un comunicado que habían recibido "información de inteligencia" sobre el riesgo de que la refinería de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) fuera ocupada y destruida.
El ejército y la Policía realizaron una operación conjunta para preservar "un servicio público esencial estratégico" que se desarrollaba "de forma pacífica" hasta que "enardecidos y vándalos destruyeron parte de las instalaciones", según los militares.
Los violentos, añade el comunicado, utilizaron "explosivos de alto poder" con riesgo de "una explosión en cadena" en la instalaciones.
Los incidentes se produjeron después de que militares y policías, con vehículos blindados y el apoyo de un helicóptero, escoltaran un convoy de camiones cisterna en su salida hacia La Paz para abastecer gasolineras de la ciudad, en la que escasea el combustible.
Los militares y policías realizan operaciones conjuntas desde el 11 de noviembre para frenar la violencia en el país, donde desde los comicios del 20 de octubre han muerto al menos 27 personas y más de 700 han resultado heridas, según datos oficiales.
El 10 de noviembre, Evo Morales anunció su renuncia tras casi catorce años en el poder, forzado por las Fuerzas Armadas, y al día siguiente salió hacia México, donde está asilado.
Las protestas comenzaron al día siguiente de las elecciones entre denuncias de fraude a favor de Morales, que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo pero renunció tras un informe de la Organización de Estados Americanos que advirtió graves irregularidades en los comicios.
La renuncia de Morales ha sido calificada de "golpe de Estado" por varios gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.