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Miércoles 18/06/2025
 
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Córdoba

José Rodríguez: “Llevo haciendo guitarras desde los 12 años, para mí es un hobby"

Rodríguez es uno de los últimos artesanos que siguen fabricando guitarras en Córdoba, cuando el instrumento es más protagonista que nunca en la ciudad.

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  • Imagen del taller de José Rodríguez. -

En su taller en el centro de Córdoba, lleno de polvo de la madera que trabaja, José Rodríguez, uno de los últimos artesanos dedicados a la fabricación de guitarras nos atiende con una sonrisa. La sonrisa de quien se ha dedicado toda la vida a hacer lo que le gusta.

En su espacio de trabajo se pueden ver guitarras en distintas fases de montaje; también algunas metidas en sus estuches esperando para ser rehabilitadas y conseguir alargar su vida tras pasar por las manos de José, que nos cuenta que él, natural de la ciudad jiennense de Andújar, comenzó en este oficio con 12 años a través de unos vecinos que le invitaron “a montar las cuerdas” de las guitarras que ellos mismos fabricaban.

Desde entonces, son ya más de 50 años dedicados a la creación de uno de los instrumentos más representativos de Córdoba y Andalucía. Un instrumento al que hay que tratar con cariño al tocarlo, pero, sobre todo, al crearlo.

Y es que cada uno de estos instrumentos tiene la seña de identidad de su creador en los mosaicos que se pueden ver en la “boca” de la guitarra y en la cabeza de su mástil tal y como nos cuenta Rodríguez.

“Ahora ya hay empresas extranjeras que te lo dan todo para que tú solamente tengas que ensamblar las piezas, pero los que hacemos la guitarra desde cero seguimos realizando nuestros propios mosaicos con madera tratada, eso le da identidad al instrumento”, explica este artesano.

José maneja con destreza y cuidado sus herramientas, “interviniendo” a la guitarra que tiene entre manos, quitándole la madera que sobra, colocando los perfiles con mimo y comprobando la ergonomía del mástil.

“Es importante la forma, que el instrumento permita al que lo toca poder mover las manos con facilidad y, sobre todo, que suene bien claro”, comenta riendo Rodríguez.

Y es que él sabe bastante de eso también, porque según nos ha contado, tocaba la guitarra, pero reconoce que eso es algo que “una vez que lo dejas un tiempo, cuesta volver” y nos detalla anécdotas con su nieto, que le pedía que le “enviase falsetas” para practicar y que, después de tiempo sin tocar, “le costaba”, por lo que optó por recomendarle a su nieto “que se viera algunos tutoriales”.

Por otro lado, también nos habla de las dificultades de un negocio como el suyo, en el que se manejan materiales como maderas de pino, cedro o ébano para la estructura y el nylon o el metal para la parte del mástil y que resultan bastante costosos en algunas ocasiones.

Ahora, tras una vida dedicada a un oficio que reconoce que “es muy sacrificado”, José Rodríguez disfruta de mucho más tiempo para sí mismo y para los suyos y nos comenta entre risas que hace un tiempo decidió “dejar de abrir sábados y domingos” para poder estar más en casa y que, en un primer momento, su mujer “no le creía capaz” hasta que, un día “lo vio con sus propios ojos”.

Esa es la filosofía de vida de un hombre que encarna muy bien los valores de la música a la que se destinan sus creaciones: por un lado, el sacrificio del aprendizaje y la constancia del trabajo; por otro, el disfrute y la diversión que siempre acompañan a los acordes de una guitarra.

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