Esa cultura lectora “hay que ir creándola”, según Sánchez Salas, quien ha tratado de participar en esa lucha con su novela juvenil El coleccionista de misterios, obra que cuenta con el respaldo del Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura.
Sánchez Salas explicó haber concebido esta novela juvenil como “una herramienta didáctica aplicada al aula”, pensada para los cursos de tercero y cuarto de ESO, ya que la obra, que narra las aventuras de tres adolescentes en la Italia del siglo XV, contiene todo tipo de gazapos, tanto lingüísticos como argumentales, además de anacronismos.
Cuando los alumnos que la leen encuentran uno de estos gazapos “se ponen como quien encuentra una seta en el bosque”, según el autor, ya que la lectura de la novela se acompaña de rastrear estas inexactitudes en internet y en diccionarios enciclopédicos, para que los alumnos desarrollen a un tiempo su afición a la lectura y sus aptitudes críticas.
La novela se acompaña de un Cuaderno del Profesor que ubica cada uno de los gazapos, y se está empleando como lectura en unos 34 institutos de España, entre ellos alguno de Madrid y Ciudad Real.