Así lo expresó ayer el escritor y académico durante la presentación en un solo volumen de Tu rostro mañana, una monumental obra que le parece ya al escritor un proyecto “insuficiente”.
Tu rostro mañana, de más de 1.300 páginas, reúne los tres títulos de este ambicioso proyecto, del que lleva vendidos más de 450.000 ejemplares, y que inició el escritor en 2002 con la publicación del primer volumen, Fiebre y lanza, al que siguió un segundo: Baile y sueño, en 2004, y el último Veneno y sombra y adiós, en 2007.
Elogiado por la crítica de todo el mundo y calificado como el proyecto más importante en España, en los últimos 30 años, “por su envergadura y su dimensión estilística”, según Pozuelo Yvancos, Tu rostro mañana aparece en un solo tomo publicado por Alfaguara.
“Está bien que convivan estas dos modalidades y que se puedan leer de las dos maneras, de forma separada o en un solo volumen, pero el libro tiene una unidad a todos los efectos y no estaría bien que se leyera el tercero o el segundo sin haber leído el primero, no no se entendería”, ha precisado el autor.
“Pero quiero decir –argumenta–, sin que se me malinterprete, que tengo una sensación de desdén hacia lo que ya he hecho, es una maldición que nos pasa a muchos escritores, porque cuando has acabado un proyecto tan ambicioso como éste, y ves que lo has logrado, pues tienes una sensación de que esto ya es insuficiente y tienes que ir a por algo más”.
Y añade: “Envidio a los escritores que están satisfechos con todo lo que hacen. Faulkner decía que los escritores se podían medir no en sus logros, sino en sus fracasos. Los escritores con ambición esperan lograr lo imposible. Yo solo puedo tener una gran ilusión por aquello que no he hecho, solo existe el proceso de hacer”, recalca.
Marías, que no sabe si habrá alguna vez un cuarto libro en el futuro sobre Tu rostro mañana, dice, ya está trabajando en otra cosa, una novela que será corta y que no tiene nada que ver con esto.
Además, por primera vez, tendrá una narradora femenina y la protagonista será una mujer. “Sólo he utilizado una narradora en un cuento que escribí hace mucho”, reconoce. “Creo que me está saliendo un poco gris”. Y aunque aclara que su visión del mundo actual “es un poco pesimista”, sostiene que “la vida personal de cada uno siempre es saludable y eso es lo más importante”.