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San Fernando

Y Paco Melero y compañía contaron y cantaron en 2016 la historia del Carnaval de La Isla

El acto tuvo lugar en el Real Teatro de las Cortes dentro de los actos conmemorativos del 250 aniversario del título de ciudad a San Fernando.

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A 23 DE ENERO DE 2016.

Había cola desde las seis de la tarde para un acto que comenzaba dos horas más tarde. Su anunciaba a la Orquesta Caballati. Estaba como maestro de ceremonia Paco Melero y había contado con la colaboración de Antonio Montiel -todo olía a tango de La Isla- y Eugenio Mariscal Carlos, presidente este último del Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz.

Si además se sabía que iba a intervenir la comparsa Sal de coplas, porque todas esas cosas se saben aunque no se anuncien y una chirigota de San Fernando, estaba claro. El Carnaval de La Isla había llegado al Real Teatro de las Cortes.

Era verdad. Pero no se engañen. No era el concurso provincial que desapareció ni la gala de carnaval, ni nada por el estilo. Era una conferencia, contada, cantada e interpretada, programado por la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes.

O sea, era un acto académico más dentro de la programación especial del 250 Aniversario del nacimiento de la Real Isla de León. Que efectivamente versaba sobre el Carnaval de La Isla (contado, cantado e interpretado) a lo largo de 250 años, pero un acto académico por encima de todo.

Tal es así que el trabajado que ha desarrollado Paco Melero junto a Antonio Montiel y Eugenio Mariscal no ha dado de sí sólo una puesta al día de la historia del carnaval de San Fernando, sino que ha arrojado muchos y sustanciosos datos a esa historia, algunos de los cuales quedaron dichos en el Teatro y otros está a disposición de los estudiosos.

El carácter didáctico de la conferencia (contada, cantada e interpretada, pero conferencia) quedaba patente en el video que se proyecto al principio en el que Paco Melero cuenta la historia del Carnaval sobre imágenes de los tres estudiosos que se reunieron para ellos, amén de fotos y videos de agrupaciones, de antes y de hace poco.

El Carnaval de La Isla, en suma, no es diferente al de Cádiz, hablando de núcleos urbanos e idiosincracias. La motivación es la misma y la forma idéntica. Lo que diferencia a unos de otros, de Cádiz, San Fernando, el Puerto, Conil... son sus gentes, sus agrupaciones, sus historias particulares, sus éxitos y desde esos éxitos, su influencia.

De La Isla -chovinismo edificante, que también lo hay- salió el estribillo universal de Carnaval de Cádiz. De La Isla salió el grito de guerra del patio de butacas del Real Teatro Falla, en la voz poderosa de María, a la postre, María la Yerbabuena.

De la censura de los tiempos salió parte de lo que ahora se conoce y se admite, porque nadie pedía que se le secara la yerbabuena a quien no dijera ole, sino la berenjena. Pero allí estaba el censor para evitar suspicacias.

Y es que el Carnaval ha sido desde su nacimiento “y existe desde hace 5.000 años”, un continuo pulso entre la alegría de la gente y el celo de los guardianes de las buenas costumbres y el decoro.

Esa lucha ha dejado mucha documentación -parte de ella descubierta a raíz de este encargo de la Academia- que da fe de que los poderes públicos siempre han querido domar a la bestia. “Hasta que se aliaron con ella porque no podían ganarle”, que dijo o vino a decir Paco Melero. 

250 años
A lo largo de los últimos 250 años -era el periodo que se exponía, la efeméride que se celebraba- han quedado ejemplos de batallas ganadas y perdidas. Desde el final de los carnavales con tal nombre y su paso a las Fiestas Típicas hasta su recuperación tras la última Dictadura.

De críticas que fueron apagadas por las circunstancias cuando hubo una guerra que empezaron otros y la proclama pedía que sin dejar la sana diversión, era el momento de cantar a la Patria y defenderla del invasor. Allá por 1809, que se remontaba Melero.

Aunque ya estaba claro que al Rey no le gustaba el carnaval y prueba dejó de ello cuando en 1807 prohibió los bailes de máscaras, “excepto en Cataluña”.

Cuando menos, un siglo más tarde, se imponían horarios para andar por la calle con disfraz y careta y la prohibición de disfrazarse de “ministros de la religión, órdenes religiosas o trajes afectos al culto”. Y se prohibía también el uso de uniforme o condecoración imitada de cualquiera del Estado...

Ni siquiera los petardos se libraban de la prohibición -como ahora- pero se explotaban -como ahora- y se regulaba el tráfico convenientemente vigilado por la policía municipal.

Si esto ocurría en 1900, 21 años después la fiesta se encontró más cortapisas porque ni siquiera se podía celebrar en la calle. Era obligatorio organizar los actos en lugares cerrados o en zonas acotadas para la ocasión.

Y la reivindicación
Pero El Carnaval también ha dado lugar a presentar a la opinión pública lo que los demás no perciben pero existe, las penurias del trabajo de los obreros de la sal o para reivindicar un mejor trato a las agrupaciones de la provincia, ya en un pasado relativamente cercano.

Todas esas cosas y más las contó Paco Melero, en el documental y en el escenario, con su voz y con las voces prestadas de los muchos colaboradores que subieron a las tablas del Real para hacer realidad un sueño, un relato íntegro de 250 años de Carnaval en La Isla.

Los años de gloria que los hubo, en coros, en comparsas y en chirigotas. Los que pueden venir. Quizá por eso el acto lo cerró un coro más que mixto.

De niños y niñas del Conservatorio Elemental de Música Chelista Ruiz-Casaux acompañados, delante, por la rondalla del Centro de Participación Activa. Presente y futuro. Porque pasado todavía no. Hay cuerda para rato en los mayores y los niños ya dejaron claro, no sólo en la letra escrita por Paco Melero, sino en el tipo sobre el escenario, que aquí el Carnaval acaba de empezar.

Camarones de la Isla, la comparsa que abrió el fuego carnavalero tras el video, fue primer premio provincial en 1974, cuando no había reglamento en el Falla y el primer éxito de un grande de la fiesta de San Fernando, Pepe Requeté, que contó con la música de Antonio Martín. Lo que cantaron, sin embargo, la presentación, es de Alvarito de la Isla. Juani Sánchez cantando “ya viene el camaronero. con su rica mercancía...”.

La Isla había conseguido ya dos premios provinciales en coro en 1960 y los dos ganaron en la misma edición al verse obligado el jurado a conceder sendos primeros premios de 400.000 pesetas para Los faquires de Oriente y Los torreros de Singapur, a quienes la censura obligó a cambiarse el nombre por Los lobos de mar.

La chirigota Los Zipi y Zape obtuvieron el segundo premio provincial en 1971. El primer premio quedó desierto. Y en 1979 tuvo lugar uno de los grandes acontecimientos en el Carnaval de La Isla, porque José Ramos Borrero, Pepe Requeté y Juan Rivero se presentaban en el Falla con El profesor Majareta y los niños probeta. De ahí salío el “qué bonita está La Isla, qué bonita es mi ciudad...” que ha pasado a tener la categoría de universal. De primer premio.

Tres años antes el primer premio -se nombran por orden de actuación en la conferencia- fue la comparsa La Sal de mi tierra la que conseguía el primer premio provincial con música de Enrique Villegas y Pepe Requeté. Allí quedó descrito el sufrimiento de los salineros al que aludimos antes.

Y llegó la época dorada del coro. Colorín, Colorao, con letra y música de Paco Melero y dirección de Antonio Montiel, fue el primero en llegar a semifinales del concurso en 1988. Era el año en el que la voz de la mujer aparecía por primera vez en el Carnaval aquel año del concurso en el Cine Andalucía y del pregón de Carlos Cano y Antonio Burgos.

Los tontos no se separan, con música y letra de Juan Rivero, fue primer premio de chirigotas en el Falla en 1983 y dos años antes, en 1981 y quince años después del último en el concurso gaditano, Los caballeros de la noche conseguían el tercer premio provincial.

hasta entonces ningún coro isleño había conseguido un premio ni llegado a la Gran Final, ya de un concurso único. En 1996 obtuvo un cuarto premio el coro Al asalto de Cádiz, con letra y música de Paco Melero.

Pero de lo reciente a lo lejano, el coro de Los pajes de la capa blanca se presentó en el Gran Teatro Falla el día 5 de febrero de 1958. Fue el primer coro isleño, en la segunda época, que concursó en Cádiz. Su actuación fue muy buena y sus letras muy del momento, sobre todo la dedicada a los soldados que marchaban a la guerra a Sidi-Ifni.

Llevaban, como todos los coros de la época, un tango largo y un tango corto. Obtuvieron el Primer Premio con una dotación de 4.000 pesetas. También se le concedió a este Coro una subvención para el tipo de 12000 pesetas. Sus ensayos los hicieron en la calle Carraca, Bar El Lolo

El homenaje a los coros que han sido y a los que serán cuando se recupere una ciudad que llegó a tener cuatro, lo hicieron los niños del Conservatorio con el nombre de Los niños adoptivos del Almirante, crítica mordaz a los años que lleva de prestado el Conservatorio Elemental de Música en el CEIP Almirante Laulhé.

Agradecimientos

Paco Melero no quiso despedirse sin dejar de agradecer personalmente el trabajo y el esfuerzo de todos los que han participado y colaborado en esa atípica conferencia.

“Quiero destacar la entrega y el trabajo de la Orquesta Caballati, que dará un Pregón precioso, y su Minicoro, del Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz, que con su presidente Eugenio Mariscal Carlos y Antonio Montiel Sánchez han facilitado enormemente la tarea a pesar del trabajo impagable que están haciendo para la culminación del Centro de Documentación de todas las composiciones del Carnaval de Cádiz, tarea en la que lleva el Aula 20 años de dedicación”.

También agradeció la colaboración de I1defonso Serrano Cano por su aportación de datos, así como a Onda Cádiz Televisión - en especial a Germán García- en el montaje del video que se ofreció, sin olvidarse de la Comparsa Antología Sal de Coplas, de la Chirigota del Club La Salina, la disposición y ánimos de María del Mar, directora del Conservatorio de San Fernando  Chelista Ruiz Casaux y de María Eugenia, “genial” profesora de Piano.

Por supuesto, el agradecimiento a los alumnos del Conservatorio que han ido acudiendo a los ensayos cuando podían, “porque hoy los niños están atiborrados de actividades por las tarde y el que no tiene inglés, tiene baloncesto ...”

El acto también contó con la participación de la Rondalla Evocación Isleña del Centro de Participación Activa, al que Melero agradeció su esfuerzo. “Gracias al Círculo de Artes y Oficios, lugar donde se ha podido ensayar con comodidad y a Antonio Benítez por dar la cara pregonando bandos infumables. Y para que no se me olvide nadie gracias también a Antonio Ocaña y a su esposa por su colaboración en la confección de los gorros de Napoleón, que al fin y al cabo son simples carpetas de gomillas, pero preparadas con mucho arte. Gracias a todos los que han puesto su granito de arena para el desarrollo de este acto”.

“Con esta actuación se cierra esta conmemoración de nuestros 250 años con ayuntamiento propio, dando las gracias a todos los asistentes y deseando que el Carnaval en La Isla recupere el tiempo perdido y brille, como ya lo hizo en el pasado, con luz propia”, finalizó Paco Melero.

Los pregoneros
Mención aparte tuvo la Orquesta Caballati, próximos pregoneros del Carnaval de La Isla, aunque en este caso fue la secretaria de la Real Academia de San Romualdo, Adelaida Bordés Benítez, la encargada de contar quiénes son y de dónde vienen.

Esta formada por, Jesús Palacios García (clarinete, saxo, saxo soprano), María del Carmen Palacios García (guitarra y coros), Miguel Ángel Palacios García (guitarras, contrabajo y coros), Álvaro Rosado Bernal, (clarinete bajo y saxo),  José Luis Ossorio Mata (trompeta), Raquel Gautier Ramos (clarinete y saxo), José Antonio Cubero Aguera (bombo, pequeña percusión y coros y Alejandro Cascales Rodríguez (caja, batería, pequeña percusión y coros).

La Orquesta Caballati se formó a finales del año 2003. Inicialmente nació como un cuarteto de viento (formado por cuatro clarinetes, guitarra, caja y bombo), de ahí que en sus orígenes se conociera como Cuarteto Caballati aunque ha sido rebautizada popularmente por Orquesta Caballati. “Realmente ya son una mini orquesta ya que en su formación han incluido el contrabajo”, dijo Adelaida Bordés.

Sus actuaciones iniciales fueron en las calles de Cádiz, y de ahí les surgió la primera posibilidad de grabar un disco que se tituló Carnaval Chill-Out Vol.1, al que le siguieron el volumen 2 y el 3, último hasta la fecha, llamado Caballati & Friends.

Este último trabajo supuso la consagración del grupo y el reconocimiento de los aficionados al Carnaval de Cádiz, y en él colaboraron artistas tan consagrados en la fiesta como el Yuyu, el Selu, el Canijo, Manolín Gálvez, Kike Remolino, el Sheriff... Y pusieron de moda coplas como el pasodoble de Napoleón, Los Valientes, Los Acuarelas.

En febrero de 2008 formaron parte del pregón de carnaval que ese año estuvo a cargo de Antonio Martínez Ares, llevando el peso de todos los arreglos musicales de la obra.

A finales de ese mismo año participaron en la VI edición del Festival de Música Española celebrado en Cádiz y a principios de 2009 abrieron el Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz (COAC) en el Gran Teatro Falla de Cádiz dedicado al desaparecido Enrique Villegas.

En los últimos años el grupo ha estado presente en los principales eventos de carnaval: Me Río de Janeiro (Cádiz), Festival ASIN-E (Cádiz), Congreso Gaditano de Carnaval (Cádiz), Noche carnavalesca de Sabinillas, Festival Peña los Caperucitos (Sevilla), etc. y han participado en varios pregones de carnaval de la provincia de Cádiz (fueron pregoneros en Olvera y han colaborado con el Sheriff en San Fernando, con Antonio de la Cruz en La Isla también) y en Sevilla, además de sus habituales actuaciones por Andalucía y Extremadura.

En enero de 2010 salió al mercado su cuarto trabajo titulado Caballati... dame tono!, trabajo de producción propia que fue presentado en la Peña la Perla de Cádiz y que cuenta con la colaboración en la voz de conocidos intérpretes y autores del Carnaval de Cádiz como Jesús Bienvenido, Dani Obregón, Pedro el de los Majaras, Requeté, Antonio Alemania o Tino Tovar, entre otros.

En este tiempo han sido sintonía del Carnaval de Onda Cádiz en varias ocasiones. Con la presentación de la Comparsa La Cuadrilla fueron sintonía del COAC hace tres años.

Este año también lo son del Programa Más Carnaval de Germán García junto con el Coro de Luis Rivero. Su música es oída de fondo en anuncios publicitarios o en los propios festivales.

Destacar son las colaboraciones en la proclamación del Dios Momo Jesús Bienvenido y Francisco Trujillo Catalán, además de la partición en directo del espectáculo El Callejón de los Santos acompañando a Pasión Vega. Ellos estarán en el Parque cuando todo comience.

En la función de este viernes en el Real Teatro de las Cortes se vio un ejemplo de lo que deben hacer las autoridades pertinentes para evitar esa lamentable imagen que ofrecen los actos oficiales protocolarios, que por muy protocolario de sean y normas haya para ello, no dejan de ofrecer un lamentable espectáculo. Esto es, el de gente en la calle y grandes zonas de butacas vacías porque los invitados al acto en cuestión no han asistido. El patio de butacas estaba totalmente reservado por la Academia de San Romualdo y las dos plantas abiertas al público hasta completar aforo. Quince minutos después de la hora fijada para el comienza, las 20.15 horas, se dio orden de que los familiares de los niños que iban a actuar y otras personas que no había podido entrar ocuparan las butacas y sillas vacía de la primera planta. El resultado fue que no hubo huecos y que el teatro se quedó pequeño.

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