El fervor religioso volvió a llenar las calles de Sanlúcar de Barrameda en una jornada protagonizada por la Hermandad del Pusillus Grex y la de Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Lágrimas, conocida popularmente como la de La Cañita.
Ambas marcaron con su solemnidad su recorrido por las calles de los Barrios Alto y Bajo de Sanlúcar, donde centenares de personas siguieron el recorrido de las hermandades. Con una jornada marcada por las altas temperaturas y ya sin el molesto viento con el que arrancó la Semana Santa, las dos hermandades del Lunes Santo pudieron lucir con plenitud en su recorrido procesional.
Abrió la tarde la Hermandad del Pusillus Grex con el Soberano Poder. La hermandad presidida por Rocío Campuzano volvió a dar muestras en la calle de su solemnidad, tal y como viene demostrando desde que en el año 2014 se incorporó a la jornada del Lunes Santo sanluqueño, acompañando a Humildad y Paciencia. La sencillez del Soberano Poder, cuyo paso iba adornado con claveles color púrpura, y conducido bajo los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Sangre de Sevilla, recorrió las calles del Barrio Bajo junto a su sede canónica, la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, para posteriormente dirigirse hacia el Barrio Alto por la cuesta Ganado y Caridad. Tras realizar estación de penitencia en la Parroquia Mayor de Nuestra Señora de La O, se dirigió de nuevo al Barrio Bajo en un amplio recorrido que le llevó a recogerse pasadas las doce de la noche.
Puntual, a las siete menos cuarto de la tarde, partió desde la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad la primera de las hermandades que tiene su sede canónica en el templo de la Patrona de la ciudad. La Fervorosa y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en su Sagrada Coronación de Espinas y Nuestra Señora de las Lágrimas partió acompañada por centenares de fieles que se concentraron a las puertas de la Basílica para recibir a una de las hermandades señera del Barrio Alto sanluqueño.
Era, para la popularmente conocida como 'La Cañita' una jornada de estrenos. El Señor de La Cañita lució nueva corona de espinas y el paso de misterio se completó con las dos nuevas imágenes secundarias del misterio de la Coronación de Espinas, obras de Manuel Ramos Corona. También en el misterio eran nuevas las armaduras y cascos de tres de los romanos. La imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas lució radiante vestida por César Díaz Ceballos. El paso de palio de la Reina del Barrio Alto lucía un nuevo bordado del interior de las bambalinas laterales, que han sido realizados en los talleres de la Hermandad, dirigidos por José Luis Bianchi. Adornada con clavellinas y claveles de color blanco, Nuestra Señora de Las Lágrimas desprendía una luz radiante a su paso por las calles de Sanlúcar. Particularmente destacado fue el paso de la hermandad por el Castillo de Santiago, ya en el camino de vuelta a su templo tras culminar la estación de penitencia. El sanluqueño Félix de los Reyes dirigió magistralmente a los dos pasos en una complicada salida por la estrechez de la calle Dorantes y la inclinación de la rampa ubicada en la Basílica para la salida de los pasos. Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de Coria del Río y la Banda de Música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María, pusieron el acompañamiento musical a los titulares de la Hermandad de La Cañita en un día pleno para los cofrades sanluqueños.
