La Comisión de Hacienda ha puesto en evidencia que la única fórmula para salvar los presupuestos “estratégicos” de Juan Espadas es conseguir el apoyo de Adelante Sevilla, una confluencia rota que, por partes, ha presentado sus propuestas para negociar las cuentas mientras PP, Vox y Cs ya se han posicionado claramente en contra, con anuncios de enmienda a la totalidad por parte de los dos primeros y petición de paralización del proyecto por parte del tercero.
La delegada de Hacienda y Administración Pública, Sonia Gaya, ha conseguido el apoyo unánime en la comisión a una enmienda para incorporar a los presupuestos de 2022 una dotación económica “suficiente” para hacer frente a la subida salarial del 2% a la plantilla municipal, siguiendo el criterio de los presupuestos estatales. El impacto será de unos 8,5 millones de euros que “se ha ajustado de forma que no suponga reducción alguna de servicios públicos o inversiones”, según el Ayuntamiento.
Sin embargo, el rechazo frontal de PP y Vox a las cuentas “de pura ciencia ficción”, según los primeros, y con las que Espadas “hace trampas en el solitario” según los segundos, más la oposición a apoyarlos de Cs ante la negativa a paralizar su tramitación como han hecho otros ayuntamientos en espera de una medida que contrarreste el descenso de ingresos (30 millones) por la anulación del impuesto de plusvalía, hace necesario el apoyo de Adelante, o al menos dos concejales, para que los presupuestos para 2022 consigan aprobarse.
Adelante Sevilla ha presentado sus propuestas al PSOE y se encuentra en espera de respuesta para comenzar a negociar su apoyo o no. Pero van por separado. Podemos Sevilla, es decir, la portavoz de Adelante Sevilla, Susana Serrano, ha presentado sus propias medidas, entre ellas la mejora de la ejecución presupuestaria, y será la formación en asamblea la que decida. IU, por su parte, también ha presentado su propia batería y será la próxima semana cuando la coalición decida.
A los dos grupos les une la convicción de que es necesario tener un proyecto presupuestario lo antes posible para atender a las prioridades de una recuperación económica y social que llegue a la mayoría social. Sandra Heredia, no adscrita y expulsada de Podemos, es el otro factor en liza y que puede llegar a ser determinante, aunque en el proceso de negociación seguirá las líneas de Adelante, de cuya asamblea provincial continúa formando parte.
Así las cosas, el PSOE tendrá que negociar con un grupo dividido y le bastarían sólo dos concejales que les apoyaran para poder sacar las cuentas por mayoría, aunque fuentes municipales recuerdan el voto de calidad del alcalde ante un hipotético empate, frente a los 14 ediles que sumarían PP, Cs y Vox, con cuyos apoyos ya no parece ni contar la delegada de Hacienda.
“Lo responsable es que Sevilla tenga un presupuesto. Lo irresponsable es no hacer ni una sola propuesta para la ciudad en todo el proceso y cuando está a punto de llegar el final buscar una excusa para pedir que todo se paralice y que Sevilla se quede sin presupuesto en 2022", ha lamentado Gaya, que ha asegurado que “vamos a seguir adelante en su tramitación por mucho que le pese al PP, Cs y Vox".
El PP ya ha dejado clara su oposición con su enmienda a la totalidad a unos presupuestos que, según su portavoz Juan de la Rosa, “obvian grandes proyectos absolutamente necesarios" y en el que “no sabemos de dónde va a sacar el dinero para las inversiones”, al incluir los 30 millones de la plusvalía anulada y no tener aún ordenanzas aprobadas. Eso sí, ha vuelto a poner por delante sus condiciones: bajada de impuestos y aumento de inversión en limpieza, seguridad, infraestructuras y proyectos sociales.
Vox también ha presentado su enmienda a la totalidad, del que critica, además de ser irreal por la plusvalía, su “gasto ideológico” y su uso para “promoción personal” de Juan Espadas, al que le recuerda su portavoz, Cristina Peláez, que “lleva dos años incumpliendo los ingresos previstos y, lejos de rectificar, sigue elaborando unos presupuestos con mayores previsiones de ingresos".
Cs, por su parte, insiste en paralizar la tramitación en espera de una solución ante la anulación de la plusvalía, y reitera que "no puede cobrarse un impuesto que actualmente es inconstitucional", lo que hace que "no tenga sentido" apoyar los presupuestos, más aún cuando el propio gobierno ha reconocido que “tendrá que hacer ajustes necesarios en las cuentas", apunta su portavoz Álvaro Pimentel.
