El tiempo en: Valencia
Miércoles 02/04/2025
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Sevilla, el epicentro de la medicina aeroespacial

Una jornada en la US analiza los avances médicos que garantizan la seguridad en el vuelo y recuerda la historia aeronáutica de la ciudad

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Momento de la I Jornada de Medicina Aeroespacial. -
  • Antiguamente el Instituto de Medicina Aeronáutica de Sevilla se instaló en el Pabellón Vasco de la Exposición Iberoamericana de 1929.
  • La jornada contó con el testimonio de José Luis de Augusto Gil, uno de los dos supervivientes del accidente del A-400M en Sevilla en 2015
  • La medicina aeroespacial, ha encontrado en Sevilla un foro de debate para seguir avanzando

La medicina aeroespacial es una disciplina clave para la seguridad de las operaciones de vuelo, combinando tecnología, fisiología y psicología para garantizar el bienestar del personal aeronáutico. En la I Jornada de Medicina Aeroespacial celebrada en la Universidad de Sevilla, expertos del Ejército del Aire y del Espacio, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y el ámbito académico han debatido sobre los avances en el sector, la importancia de la evaluación médica y psicológica en pilotos y los retos que plantea el futuro, además de recordar el papel pionero de Sevilla en la historia de la aviación y la medicina aeronáutica.

La jornada, organizada en colaboración con la Asociación Tablada Centenaria, ha contado con la participación de expertos que han expuesto los desafíos actuales del sector y los avances en la evaluación y preparación del personal de vuelo. Como ha señalado Beatriz Puente Espada, Coronel Directora del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), su objetivo principal es claro: “Nuestra razón de ser es prevenir accidentes”.

Desde la evaluación médica hasta el impacto de la psicología en el pilotaje, el encuentro ha abordado un amplio espectro de temas clave. Sonia García-Mecerreyes Morales, psicóloga aeronáutica, ha puesto el foco en la importancia de la evaluación de las funciones ejecutivas en pilotos de Eurofighter. “La tecnología va a una velocidad muy grande, pero el ser humano sigue teniendo las mismas capacidades”, ha advertido, subrayando la necesidad de estudiar cómo los pilotos procesan la información en vuelo.

En esta misma línea, las doctoras Carmen Peco Arregui y Teresa Martín Polo han explicado los estrictos requisitos médicos que deben cumplir pilotos y personal de vuelo para garantizar la seguridad operacional. “Son indispensables para asegurar la seguridad operacional”, ha destacado Martín Polo.

Uno de los momentos más impactantes de la jornada ha llegado con el testimonio de José Luis de Augusto Gil, ingeniero aeronáutico y uno de los dos supervivientes del accidente del A-400M en Sevilla en 2015. De Augusto ha compartido su experiencia sobre las secuelas médicas del siniestro y sus esfuerzos por hacer que el sector aeroespacial sea más inclusivo. “Hay que utilizar esta segunda oportunidad para hacer cosas”, ha afirmado, relatando cómo logró volver a volar y fundar NewWings, una entidad que permite a personas con movilidad reducida pilotar aviones.

Asimismo, se destacó la relevancia del Instituto de Medicina Aeronáutica de Sevilla, que se instaló en el Pabellón Vasco de la Exposición Iberoamericana de 1929. Este instituto comenzó a operar antes incluso que su homólogo en Madrid y llegó a pensionar a profesionales del sector. En 1940, se anunciaron dos vacantes de comandante médico para la institución, que funcionó como hospital militar hasta 1968. Posteriormente, fue cedido al Centro Regional de Epidemiología. A pesar de su evolución y cambios de uso, este lugar sigue siendo parte de la historia de la medicina aeroespacial en España.

La medicina aeroespacial, clave en la seguridad de las operaciones de vuelo, ha encontrado en Sevilla un foro de debate para seguir avanzando. Como ha quedado claro en esta jornada, el reto es integrar el factor humano en una industria donde la tecnología avanza a gran velocidad, pero las capacidades humanas siguen siendo las mismas. Como concluyó De Augusto, el futuro pasa por derribar barreras y garantizar que nadie quede fuera del cielo por limitaciones médicas.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN