El novillero Marco Pérez deslumbra y Javier Zulueta emociona en una tarde marcada por los astados dispares de Talavante en la tercera de abono de la temporada de la Plaza de Toros de la Maestranza y que abría dos semanas ininterrumpidas de corridas, aunque hubo media entrada y se tuvo que retrasar por el apagón.
Primero: Marco Pérez recibió a su primero a portagayola. Abrió plaza “Juerguista”, un ejemplar de Talavante de buenas hechuras y con nobleza. Cuajó lances por delantales rubricados con dos medias. Con la muleta, el joven salmantino supo encandilar al aficionado sevillano. La primera parte de la faena fue intensa, levantando las emociones de los asistentes con su gallardía. Entrega total tanto de Marco Pérez como de “Juerguista”. Ya en la segunda mitad, pecó de exceso y el animal se fue apagando lentamente. Estocada trasera y casi caida. Oreja
Segundo: Javier Zulueta recibió a su primero con una excelsa serie de veronicas bien rematadas y templadas. “Juguetón” tuvo buena condición a pesar de su mansedumbre. Con la muleta, supo transmitir ese sabor a torero antiguo que desprende su toreria. Supo sacarle el poco jugo que tenía el animal con elegancia y con una faena con entereza. Muy criticado el estreno del pasodoble del joven novillero “Zulueta” de Antonio Moreno. El fallo en los aceros le costó el trofeo. Pitos al animal
Tercero: El público seguía entregado con Marco Pérez incluso minutos antes de que entrara el segundo de su lote al albero sevillano. El salmantino se volvió a entregar por completo ante un animal con buenas condiciones. Marco Pérez quería marcar territorio, y vaya que si lo hizo. Con poder y entrega absoluta, templó una serie de naturales magistrales. Pero a pesar de su destreza, la afición sevillana permanecía inmovil. Pinchazo y estocada. Silencio sepulcral en los tendidos.
Cuarto: El segundo del lote de Zulueta salió al ruedo despistado, pero pronto se recompuso para componer un perfecto binomío con el joven novillero de Sevilla. Con una buena embestida, Zulueta lo ligó a la muleta con finura y elegancia. No defraudó ante su afición. La faena la asentó con una composición soberbia y a la altura del coso del Arenal. Estocada. Oreja con fuerte petición de segunda. Pitos al presidente.
Quinto: Volvió a recibir a su ejemplar a portagayola. El último de su lote fue un novillo jabonero justito de fuerza. La cuadrilla del salmantino lo mimó, literalmente, para que llegara con opciones en la muleta. Marco Pérez aún seguía teniendo ganas para seguir poniendo la carne en el asador. Quiso volver a sentirse poderoso ante su oponente, a pesar de su mansedumbre. Lo cuajó por ambos pitones y le pisó los terrenos cuando el animal empezó a apagarse. Pinchazo y estocada. Oreja
Sexto: Zulueta no quiso quedarse atrás y recibió a su tercer novillo a portagayola. Volvió a dejar su sello personal con una serie cumbre de chicuelinas rematados por una media elegantísima. El animal era noble, con clase al humillar (aunque le costó repetir). A pesar de que Javier Zulueta trazara con la muleta una serie de naturales bien cuajadas de torería, no llegó a romper con el animal. Los tendidos se fueron apagando poco a poco. Estocada. Ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Tercer festejo del abono. Algo más de media entrada. Novillos de Talavante
• MARCO PÉREZ, (de malva y oro ) oreja, silencio y oreja.
• JAVIER ZULUETA, (de verde y azabache) ovación, oreja y ovación
Incidencias: El festejo comenzó con 20 minutos de retraso debido al apagon. Debido a este hecho, el reloj del coso sevillano se detuvo.